El Estado “entra” en Sigena

El plazo para entregar las obras del Museu de Lleida a Sigena acababa el lunes 31 y lo hizo, como estaba previsto, sin que las piezas se moviesen de Lleida. este martes empezaba agosto, judicialmente inhábil, con lo que si no había noticias de la jueza (que no las hubo) todo parecía indicar que imperaría la normalidad y la espera hasta septiembre. Sin embargo, entró otro agente en juego para añadir leña al fuego.

El delegado accidental del gobierno central en Catalunya, Juan Manuel Sánchez-Bustamante, pidió al conseller de Cultura, Lluís Puig, que rectificase su afirmación de que mientras él ocupe el cargo “las piezas no saldrán del Museu de Lleida”.

El sustituto de Enric Millo calificó las palabras de Puig de “muy preocupantes”, acusándole de ofrecer una “imagen contraproducente” porque “lo primero” que debe de hacer un responsable político es “respetar y cumplir” las resoluciones judiciales dado que “nadie está por encima de la ley”. Por su parte, el portavoz de la Generalitat, Jordi Turull, mostró “todo el apoyo del Govern” a las palabras de Puig.

Mientras, el Museu de Lleida abrió este martes con normalidad y más afluencia de público de lo habitual. Entre los visitantes había grupos locales, del resto de Catalunya, alguno de Zaragoza, e incluso de países como Argentina, Alemania o Francia.

Aunque confluyeron muchos aspectos en este constante ir y venir de turistas (ver fotografía), lo cierto es que la curiosidad por el litigio de Sigena también influyó. Fue el caso de dos vecinas de Barcelona, que no dudaron en afirmar que “venimos hoy expresamente a contemplar las obras porque no sabemos si pronto no las podremos ver aquí”.

De momento, Catalunya se mantiene firme en no entregarlas, avalada, además de por la ley de Patrimonio Catalán, por la resolución administrativa del ex conseller de Cultura, Santi Vila, que prohíbe la disgregación del fondo del Museu.

“Estamos en disposición de salir hacia Lleida a buscar los 44 bienes” El Gobierno de Aragón no había recibido este martes al cierre de esta edición ningún auto de la titular del juzgado de primera instancia e instrucción de Huesca, Maria del Carmen Aznar, sobre la solicitud de la DGA de declarar agosto hábil judicialmente, como había pedido el lunes para poder acudir al Museu de Lleida a llevarse las 44 piezas. Sin embargo, al mediodía el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, advirtió que “este martes [por el lunes] el dispositivo estaba listo para ir al Museu de Lleida si la jueza daba su autorización. Este operativo sigue preparado. Si en cualquier momento llega una notificación de que agosto es hábil, estamos en disposición de salir hoy mismo hacia Lleida a buscar los 44 bienes”. Pese a la contundencia de sus palabras, desde la noche del martes las autoridades aragonesas empezaban a prever que todo indicaba que, como mínimo hasta el mes de septiembre no se podrían emprender nuevas acciones, al ser agosto inhábil judicialmente. Aun así, esta semana, el juzgado de Aznar está de guardia, con lo que tanto en Aragón como en Catalunya, se mantendrán previsiblemente en alerta. Por ello, el ayuntamiento de Villanueva de Sigena, a través de su abogado Jorge Español, pidió este martes en un escrito presentado al juzgado de guardia, que “se declare urgente la aprehensión” de las mismas y su devolución. Reclamó la depuración de responsabilidades del conseller de Cultura, Luis Puig, por presuntos delitos de desobediencia y apropiación indebida, así como de su predecesor, Santi Vila, al que imputó también un delito de prevaricación. La diputada de C’s en Catalunya Sonia Sierra criticó también la postura del Govern. Una posición no compartida por la portavoz del PSC en el Parlament, Alicia Romero, quien expresó su apoyo a las decisiones de la Generalitat en torno a las piezas, cuya ubicación, resaltó, debe de ser Catalunya.