Boticarias pioneras en el Urgell

Uno de los tesoros mejor guardados del monasterio cisterciense de Vallbona de les Monges es su farmacia. Las religiosas se ocuparon de ella desde su fundación, en el siglo XII hasta el XVI, cuando tras el Concilio de Trento pasó regentada por boticarios hasta el XIX, que cerró. Eso sí, si ellos marchaban debían dejar los utensilios, que se han conservado en muy buen estado.

Ahora, desde el 29 de julio, los turistas puedan contemplar por primera vez la museización de la farmacia y tres proyecciones mapeadas que ofrecen una visita inmersiva a través de la que los visitantes descubren cómo era la vida en el cenobio y a sus abadesas.

Ha sido posible tras una inversión de 545.000€ de la Obra Social ‘la Caixa’ a través del programa Patrimoni en Acció, heredero del Romànic Obert. De estos, 495.000€ han sido para el proyecto museográfico y 50.000, para la adecuación del espacio de acogida a los visitantes y la señalización interpretativa del monumento. Ahora, el 19 de agosto la inaugurarán el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el conseller de Cultura, Lluís Puig.

Vallbona cuidaba alma y cuerpo. Los hospitales necesitaban ungüentos y medicamentos, lo que hacía imprescindible la botica. La mayoría de las hierbas de remedios las recogían las monjas de su huerto entre marzo y octubre. No podían faltar el hinojo, la menta, la angélica o la belladonna, por ejemplo. Entre los remedios más solicitados estaban las pastillas contra la tos o el aceite de lavanda, que tenía efecto calmante, útil tanto para las monjas que trabajan en el huerto como para los payeses.

Ahora, en el antiguo dormitorio de las monjas, en la sala gótica, se han instalado sus utensilios, jarrones, balanzas, libros, morteros, y por primera vez se muestra una colección de 50 botes de cerámica decorada, con el nombre de los productos, la mayoría del siglo XVIII, y el armario que las contenía, así como una serie de cajas de madera policromada.

La visita se completa con un mapping con personajes virtuales y un vídeo. Antes de llegar a esta sala, puede verse el sorprendente vídeomapping del scriptorium y otro de la memoria del monasterio.