PATRIMONIO REHABILITACIÓN
El Sant Crist descubre su románico
La remodelación de la fachada de los siglos XII-XIII del templo de Balaguer acabará en poco más de un mes || El rosetón, tapiado desde unos hace 300 años, recuperará todo su esplendor
El santuario del Sant Crist de Balaguer está edificado sobre el espacio en el que, desde el siglo XI, está documentada la iglesia románica de Santa Maria d’Almatà, de la que se conserva solo la fachada norte, de los siglos XII-XIII, en el ala izquierda, y es quizá la que ha pasado más desapercibida. Precisamente esta fachada recobrará su esplendor a finales de septiembre, cuando acaben los trabajos de restauración. Además permitirán ver en todo su esplendor el rosetón situado en la parte superior de la puerta, en el que se volverán a instalar vitrales, algo que no ocurría desde hace alrededor de 300 años. Los trabajos están conducidos por el arquitecto Amadeu Matosas, del despacho Alarcón-Matosas, y el restaurador Ramon Solé, con la colaboración del Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat.
El responsable del santuario, mosén Pau Vidal, explicó que “esta fachada estaba totalmente abandonada y hemos trabajado con mucha ilusión para retornarle su importancia porque en los últimos tiempos estaba completamente olvidada”. Por su parte, Matosas recordó que esta actuación supone la tercera fase de recuperación del templo en los últimos años. Primero se solucionaron las humedades de la cubierta, fue acondicionado el entorno para dignificar el acceso y se movieron los elementos de calefacción situados justo detrás de la puerta románica. Ahora es el turno de la fachada. Asimismo, Solé especificó que la intervención consiste, entre otros aspectos, en liberar la fachada de los rebozados inadecuados hechos desde el siglo XVIII y recuperar al máximo posible la estructura original y la piedra, en mal estado por los agentes climáticos, lo que provoca que se hubiesen perdido. Asimismo, se han recuperado partes escultóricas del rosetón, hasta ahora tapiado en su mayor parte y sin vitrales desde hace unos 300 años. Con estos trabajos, el rosetón recuperará su luz.