Moda para vencer al cáncer

Una joven de Les Borges Blanques ha puesto en marcha una asociación para fomentar la investigación de cáncer ginecológicos y lo hará a través de su pasión, la moda. Cristina Espona, de 34 años, se recupera de un cáncer. En 2015, se sometió a una histerectomia radical de urgencia por un tumor de cuello de útero.

Una recuperación con altibajos que le hizo recuperar fuerzas a través de lo que más le gusta. La moda y su familia fueron sus tablas de salvación y de ahí nació una idea. Así, junto a sus dos hermanos, Jordi (médico de Traumatología del Arnau de Vilanova) y Miquel (arquitecto técnico), han puesto en marcha una asociación con el objetivo de destinar los fondos que recauden a la investigación sobre los efectos de los tratamientos de este tipo de cáncer.

“Después de someterme al tratamiento, sé que tengo un 85% de posibilidades de sobrevivir, pero este nivel disminuye con el tiempo”, señala Cristina. Además, considera que el cáncer derivado de una enfermedad de transmisión sexual sigue siendo un “tema tabú” y que las jóvenes que se someten a un proceso como el suyo están muy desorientadas.

“Es muy difícil someterse a una extirpación de útero con solo 34 años”, resalta, por lo que quiere que su experiencia sirva para ayudar a otros. Uno de los pilares de esta asociación será el showroom Cristina Espona, que abrirá sus puertas este sábado a las diez en Les Borges.

La joven recupera un negocio local, con la tienda de su abuela y de su madre, que cerró sus puertas en 2015 tras 50 años de actividad. En ella, se hará una venta directa y con cita previa de prendas de moda de la marca francesa Captain Tortue. De los beneficios que consiga, tanto en la tienda física como en la online, destinará un euro de cada una de ellas a la asociación, que también buscará la colaboración con otras entidades de Lleida para llevar a cabo actividades y talleres.

En primera persona

Cristina Espona, asesora de moda: 

«Es un gran impacto físico y psicológico»

¿Cuándo le diagnosticaron el cáncer?

En 2015, tenía cáncer de cuello de útero y a finales de ese año me sometieron a una histerectomia radical de urgencia. Me extirpan el útero y a los pocos meses volví a recaer. La radioterapia me dejó secuelas y la recuperación es muy difícil.

¿Cómo lo asimiló?

Con 34 años, es un gran impacto físico y psicológico, porque soy muy joven para quedarme estéril. Por suerte, mi corazón me animó a ser madre y poco antes tuve a mi hijo, que ahora cumplirá tres años.

Y en la moda vio una salida...

Desde pequeña he tenido pasión por la moda y tras detectarme el segundo cáncer ví que tenía que hacer algo. Reabrí mi blog de moda y reformé la tienda de mi madre.

¿Recuperará el negocio familiar?

Con el showroom sigo con el negocio de 50 años y con un concepto innovador en un entorno rural donde el pequeño comercio cierra cada vez más.

¿Qué objetivo tiene su asociación?

Es una asociación cuyo objetivo es aportar todos los fondos a diferentes líneas de investigación que puedan demostrar qué pasa después de los diferentes tratamientos a los que someten a las pacientes con cáncer ginecológico. Ahora tengo un 85% de superviviencia, pero en diez años, no sé qué me pasará. También daremos el apoyo que las afectadas necesiten.

¿Hay falta de información en este tipo de patologías?

Sí, en la consulta ves a muchas chicas jóvenes que se someten a una operación muy dura. Sigue siendo tabú un cáncer derivado de una enfermedad de transmisión sexual. Solo se habla en la intimidad.