Autolesiones en menores al alza

El centro de salud mental infantil y juvenil Sant Joan de Déu Terres de Lleida ha constatado en los últimos años un incremento del número de adolescentes y jóvenes de las comarcas leridanas que se autolesionan. Son sobre todo menores de entre 12 y 16 años (aunque también se han detectado en niños más pequeños) y detrás de esta conducta suele haber un malestar psicológico, problemas de autoestima o de relaciones sociales o situaciones académicas o familiares complicadas, en muchas ocasiones derivadas de la presión social. Generalmente, estas autolesiones no representan un trastorno mental grave ni requieren hospitalización, ya que el tratamiento suele ser ambulatorio, pero los profesionales alertan de que son señales que no deben menospreciarse, ya que indican que alguna cosa no va bien. Las lesiones de este tipo más comunes suelen producirse en lugares visibles, como brazos y piernas, y generalmente se trata de arañazos con las uñas o cortes con objetos afilados que dejan marcas duraderas y que muestran de forma inequívoca que se han producido de manera voluntaria.

Sobre las causas de este fenómeno, existente anteriormente (por aburrimiento o diversión), pero ahora al alza entre los menores de edad, los expertos apuntan a una la necesidad de frenar un malestar fruto de la dificultad para gestionar la frustración, motivada por la continua presión social de ser los mejores. “Estamos en una cultura en que la que siempre tenemos que estar bien, triunfando en todos los ámbitos”, apunta Àlex Palau, psicólogo de este hospital leridano.

Estas lesiones no suponen un trastorno mental grave, pero sí son señales que no hay que menospreciar

La detección de estas autolesiones suele ser cosa de los padres (que en algunos casos ya habían sospechado previamente alguna cosa), los amigos del colegio, los profesores o el pediatra, que deriva el caso al hospital de salud mental.