SALUD
La retirada de los motores diésel evitaría 300 muertes anuales en España
Principalmente por enfermedades respiratorias y cardiovasculares
Entre 7.500 y 8.000 muertes prematuras por diversas enfermedades, principalmente respiratorias y cardiovasculares, podrían evitarse cada año en Europa si todos los vehículos con motores diésel se sustituyeran por automóviles de gasolina, de las que unas 300 corresponderían a España.
Esa es una de las conclusiones de un estudio publicado hoy por el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por su siglas en inglés) de Austria, en cooperación con el Instituto Meteorológico Noruego, la Universidad de Tecnología Chalmers de Suecia y el Centro de Coordinación para Efectos de Holanda.
"Muchos países han estado subvencionando el diésel por considerar que sus emisiones contribuyen en menor grado al cambio climático", algo que es un hecho, recuerda Jens Borken-Kleefeld, del IIASA, en declaraciones a Efe.
Pero ante la evidencia de los efectos nocivos directos que tienen los óxidos de nitrógeno (NOx) -un producto cancerígeno- en la salud de las personas, este científico considera que los Gobiernos "deberían replantearse esa política de subvencionar el diésel".
Los cálculos de los expertos indican que de las casi 10.000 muertes que se registran anualmente en la Unión Europea (UE) más Noruega y Suiza atribuibles a los óxidos de nitrógeno, unas 370 se registran en España.
De esa cifra, unas 170 se podrían haber evitado si los motores diésel de los automóviles hubieran cumplido con los límites máximos establecidos" por la UE para las emisiones de NOx.
Pero incluso respetando esos índices, la emisión de óxido de nitrógeno seguiría siendo considerablemente más alta en los motores diésel que en los de gasolina.
Por eso, "si hoy se cambiaran todos los motores diésel por otros de gasolina se podrían evitar unas 300 muertes" en España, asegura el científico.
Globalmente, de las 10.000 muertes prematuras en la UE más Noruega y Suiza, unas 5.000 se deben a que se superan los límites legales de emisiones de NOx. Si se respetan esos límites, la situación mejoraría notablemente pero el peligro total no desaparecería.
Los científicos estiman que se evitarían cuatro de cada cinco muertes por NOx si todos los coches diésel se sustituyeran por otros de gasolina, es decir que de los 10.000 fallecimientos anuales, se evitarían 8.000.
Ya en un estudio anterior, de febrero de 2015, el IIASA había advertido de que el aire que respiran los europeos superaba los límites de contaminación fijados por la UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el comunicado emitido hoy, los científicos recuerdan que "alrededor de 425.000 muertes prematuras anuales se asocian con los niveles actuales de contaminación atmosférica" en la citada región (la UE, Noruega y Suiza).
"Más del 90 % de esas muertes son causadas por enfermedades respiratorias y cardiovasculares relacionadas con la exposición a material particulado", del que "el NOx es un precursor clave", destacan.
La investigación actual, publicada en la revista especializada Environmental Research Letters, alude al fraude del grupo automovilístico Volkswagen, destapado hace dos años, por la manipulación de los datos sobre esas emisiones de sus vehículos.
El escándalo, que entretanto afecta a varios fabricantes de automóviles, ha revelado que cuando circulan en situación normal las emisiones contaminantes de gran parte de los vehículos diésel superan entre cuatro y siete veces a las registradas en las pruebas de laboratorio.
Y la situación ha ido empeorando en los últimos años pues "la proporción de coches diésel en la UE ha aumentado hasta alcanzar cerca del 50 % de la flota", con lo que actualmente hay más de cien millones de esos motores circulando en Europa, lo que supone "el doble que en el resto del mundo".
La situación varía de país a país, Italia, Alemania y Francia son los que registran el mayor número de muertes prematuras atribuibles a las emisiones de motores diésel, mientras que los números más bajos están en Noruega, Finlandia y Chipre, "donde los riesgos son, por lo menos, catorce veces inferiores a la media".
España, a pesar de su elevada proporción de diésel en su parque de vehículos (70 % frente al promedio del 50 % en la UE), se sitúa por debajo de la media de la región en cuanto al daño causado per cápita, que es de 0,8 muertes por cada cien mil habitantes, frente a 1,9 en el total de la zona estudiada.
Ello se debe a la gran extensión geográfica del país, que facilita la dispersión de las partículas contaminantes, y a su menor densidad demográfica, explicó Borken-Kleefeld.