Dejar de fumar, mejor con ayuda

Dejar de fumar es posible y es más fácil con ayuda. Así lo demuestran los datos que maneja la Unitat de Tabaquisme del hospital de Santa Maria, que recibe una media de 5 nuevos pacientes cada semana que quieren abandonar el tabaco. La media de nuevas visitas ha aumentado un 15% desde el 2011, año en el que se aprobó la ley antitabaco y que marcó un punto de inflexión, según explicó ayer Francesc Abella, responsable de la unidad. De entre sus pacientes, el 53,3% son mujeres y el 46,7%, hombres, con una media de edad de 48 años. Abella explicó que en los últimos diez años este perfil ha cambiado significativamente. “Antes venían pacientes, mayoritariamente hombres, de más de 60 años, derivados por su médico porque tenían problemas de salud. Ahora nuestro público es más joven y más femenino y acude a nosotros porque está bien y quiere seguir estándolo. Es decir, quieren hacer una inversión en salud”, explicó.

Cuando un fumador acude a la unidad, una de las primeras pruebas que se le practican es un control del nivel de intoxicación por monóxido de carbono (CO). Según la memoria de 2016, el 46% de los pacientes presentaba un nivel muy elevado de intoxicación, el 39% un nivel elevado y el 7% una intoxicación ligera, unos niveles que aumentan si el tabaco que se consume es de liar, que es aún más perjudicial para la salud. El resto (6%) no mostraban riesgo. En cuanto a la dependencia, el 38% presentaban una dependencia media y el 34%, elevada. El motivo principal para dejar de fumar fue la salud (74%), seguida de la toma de conciencia (14%), la presión familiar (5%), la economía (2%) o el miedo (1%). La memoria también refleja el consumo medio de tabaco. Entre los hombres, se sitúa en 25 cigarrillos por día, mientras que en las mujeres, la media está en los 22 cigarrillos por día.

El perfil del paciente ha cambiado, ahora es más joven y acude a la unidad sin problemas de salud

El tabaco anestesia la sensación de hambre, por lo que es lógico engordar al dejarlo

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La Unitat de Tabaquisme del Santa Maria está abierta a todo el mundo, las visitas son gratuitas y para concertar hora solo hay que llamar a programación (973 72 72 27). Lo que sí debe pagar el paciente es el tratamiento farmacológico, que asciende a unos 300 euros al año. “Nuestro objetivo es que el paciente deje de fumar, que no recaiga y que se lo pase bien”, afirmó Abella. “Aquí hacemos trajes a medida, a cada paciente le programamos las visitas en función de sus necesidades”, añadió. El tratamiento psicológico puede ir acompañado de caramelos y parches de nicotina. También se hacen sesiones grupales una vez al mes. “Lo más importante es la proximidad con los pacientes. Una persona que se siente acompañada tiene muchas más probabilidades de éxito”, afirmó. Para los preocupados por engordar, el equipo de la Unitat de Tabaquisme ha incorporado una dietista. “El tabaco antestesia la sensación de hambre, por lo que es lógico engordar 3 o 4 kilos cuando se deja de fumar. Por eso recomendamos practicar deporte y seguir una dieta equilibrada”, afirmó Abella.

Lleida

La Unitat de Tabaquisme utiliza, desde hace un año, una aplicación para móviles que ayuda a los pacientes a dejar de fumar. Bajo el nombre TControl, está diseñada por la propia unidad y por la UdL y ya se está exportando a una decena de hospitales catalanes. “Lo que diferencia a esta ‘app’ de otras es que detrás siempre hay un profesional”, aseguró Abella. La aplicación permite al médico controlar la fidelidad del usuario y facilita que el paciente no abandone el tratamiento, puesto que se siente “acompañado, protegido y guiado”. Los usuarios reciben mensajes periódicos de control en los que se muestran estadísticas y los logros de haber dejado el tabaco, el dinero ahorrado, etc. Según un estudio de efectividad de esta app, el 58,4% de pacientes no recaen y de los que sí lo hacen, el 33,9% no utiliza la aplicación frente al 7,7% que sí lo hacen.