PREMIOS SOLIDARIDAD
El Ànima de Mollerussa se va a Israel
“No tenia que haber sucedido. El pueblo catalán no se merece este tipo de actitudes”. Así lo dijo ayer el activista social y político de Jerusalén Meir Margalit, en referencia a las cargas policiales del 1-O. Margalit recibió el reconocimiento Ànima Ciutat de Mollerussa que impulsa el ayuntamiento y el Centre d’Iniciatives Solidàries Ángel Olaran. Margalit remarcó que “aunque respeto al gobierno español, estas cosas no tendrían que haber sucedido. Se hubiera tenido que buscar el diálogo antes del 1-0 y no llegar a la situación que se ha llegado, que me recuerda Argentina en sus momentos más difíciles”.
A pesar de todo, Margalit, de origen argentino aunque afincado en Israel desde 1972, aseguró estar a favor del derecho de libre determinación “tanto del pueblo palestino como del catalán, aunque yo puedo testimoniar que los sueños a veces se transforman en pesadillas y estoy preocupado por el camino que esto está tomando. Urge encontrar una forma de mediación, si no hay diálogo tengo miedo de lo que pueda llegar a suceder”. Sobre el reconocimiento, el activista aseguró que “es un gran honor” recibirlo “no solo por el premio sino por venir de Catalunya, donde yo me siento en casa”. Margalit, coordinador del Centro de Iniciativas para la Paz de Jerusalén, quiso dedicar este premio “a todo el movimiento pacifista israelí y palestino y allí donde haya pacifistas”. La entrega del premio se llevó a cabo en la décima Velada Solidaria Ángel Olaran, que reunió a 450 personas en el complejo Resquitx Golmés. En su primera edición, el certamen premió la ONG Cascos Blancos por su labor en Siria.
El misionero Ángel Olaran, presente en la velada La velada contó con la participación del misionero Ángel Olarán, así como los miembros del jurado como el fundador del IRB Barcelona, Joan Josep Guinovart, el director de Cooperación al Desarrollo de la Generalitat, Manel Vila, el presidente del CIS Ángel Olarán, Josep Maria Pujol y el alcalde, Marc Solsona. También lo es el rector de la UdL, Roberto Fernández.