CONSUMO BALANCE
La venta de tabaco sigue en caída libre
Lleida acumula un descenso de más de un 60% en la última decada y este 2017 continúa a la baja, incluso superior al conjunto de Catalunya || Los estancos se diversifican para poder compensar
Imagen de un estanco de tabaco de la ciudad de Lleida.
La venta de cajetillas de cigarrillos en las comarcas leridanas sigue acumulando récords a la baja y el descenso ya super el 60% en la última década. Así lo ponen de manifiesto las cifras del Comisionado para el Mercado de Tabacos del ministerio de Hacienda, según las cuales el pasado año se vendieron en los más de 160 estancos de Lleida casi 28,7 millones de cajetillas de tabaco, 44 millones menos que en 2006 (año en que entró en vigor la primera de las leyes Antitabaco, cinco años antes de la segunda), cuando se registró el máximo de tabaco despachado. Desde entonces, el consumo no ha dejado de reducirse en la demarcación de Lleida y los datos de 2017 van en la misma dirección. A 31 de agosto se habían despachado en Ponent poco más de 18 millones de paquetes de tabaco, casi un millón menos que en el mismo periodo de 2016, lo que supone una bajada de un 5%. “En Lleida las ventas están descendiendo mucho más que en el conjunto de Catalunya o del Estado”, explica Eugeni Rodríguez, presidente de la Unió Provincial d’Estanquers de Lleida. Este hecho podría explicarse porque, aun teniendo en cuenta que hay una cierta recuperación económica, el peso del tabaco de contrabando todavía seguiría siendo importante entre los consumidores. También desciende, aunque en menor proporción, el tabaco de liar.
La tendencia a la baja en las ventas se ha traducido también en una reducción de los ingresos para los estancos de la provincia. Hace una década estos alcanzaron los 170 millones de euros, mientras que en 2016 no llegaron a los 150. “Todos los estancos han tenido pérdidas, pero se han compensado un poco por un lado con el precio de tabaco, que ha ido en aumento estos años, y por el otro con la diversificación, ya que se nos ha ido permitiendo poder vender otro tipo de productos”, apuntó Rodríguez. Desde la Unió Provincial d’Estanquers de Lleida reconocen que algunos estancos de la demarcación han cerrado a lo largo de esta década, pero ha sido fundamentalmente por una falta de relevo generacional después de que sus propietarios se jubilaran y no tanto por una cuestión de pérdida de ingresos por descenso de ventas.
