RELIGIÓN CEREMONIA
Beatifican a 109 mártires
La basílica de la Sagrada Família acogió ayer la ceremonia de beatificación de 109 mártires claretianos asesinados en 1936, de los que 71 pertenecieron a comunidades de Lleida. El provincial de los Misioneros Claretianos de Catalunya, el padre Ricard Costa-Jussà, indicó que con este acto quieren subrayar “el testimonio de fe y de perdón” de estos mártires “más allá de las circunstancias políticas convulsas y complejas del momento”. La causa de beatificación de este numeroso grupo de sacerdotes, estudiantes y profesores que fueron asesinados en 1936, durante la Guerra Civil, se inició hace 70 años y el pasado 22 de diciembre el Papa Francisco aprobó el decreto de beatificación.
Los 109 mártires pertenecían a las comunidades de Cervera-Mas Claret y Solsona (60), Lleida (11), Barcelona (8), Sabadell (8), Vic y Sallent (15), Castro Urdiales (3) y Valencia (4). En el encabezado del grupo figuran tres nombres: el sacerdote Mateu Casals, el estudiante Teófilo Casajús y el hermano Ferran Saperas, que simbolizan la diversidad vocacional de la congregación de los Claretianos.
Los actos con motivo de la beatificación comenzaron el viernes con una vigilia de oración en el Santuario del Cor de Maria de Barcelona y concluirán hoy con una misa de Acción de Gracias también en el Cor de Maria. Ayer celebraron la ceremonia en la Sagrada Familia junto al cardenal Angelo Amato unos treinta obispos de todo el mundo, entre ellos, el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, el superior general de los Claretianos, el padre Mathew Vattamattam, el nuncio Renzo Fratini, y más de 300 sacerdotes. El templo se llenó con 3.000 asistentes, entre ellos un millar de familiares de los 109 mártires,procedentes de Nigeria, Guinea Ecuatorial, México, Honduras, Panamá, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Chile, Perú, Estados Unidos, Canadá, Korea o Indonesia. También estuvieron presentes claretianos de toda Europa y los representantes de los organismos de coordinación internacionales de los Misioneros Claretianos.