Acoso: un secreto a voces

Un secreto a voces. Así definían ayer el acoso sexual a mujeres en el Parlamento Europeo. Situaciones de violencia física, verbal y psicológica que se han destapado en los últimos días a raíz de la campaña en las redes sociales con la etiqueta #MeToo (#YoTambién). Su artífice, la actriz Alyssa Milano invitó a mujeres de todo el mundo a denunciar casos de abuso y acoso machista en Twitter hace una semana. Desde entonces, el hashtag suma unos dos millonesde tuits en 85 países y han aflorado miles de casos que solo son la punta de un terrible iceberg. Todo comenzó con las denuncias contra el todopoderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein. Desde entonces, la campaña se ha hecho viral.

Desde Dones de Lleida resaltaron ayer a este diario que esta campaña a través de las redes sociales acompaña a las víctimas en su denuncia, pero que se debe ir más allá. “Se ha hecho una normalización de este acoso y aunque se cuentan con protocolos, estos no tienen las herramientas necesarias para perseguir y sancionar esta conducta delictiva”, señalaron. En este sentido, insistieron en que no se da credibilidad al relato de la mujer que denuncia y que, si lo hace, se siente excluida. “El acoso sexual hacia las mujeres se encuentra en todas partes, miramos nuestra manera de vestir o de caminar, todo para evitar ser víctimas”, advirtieron.

El pleno votará hoy una resolución en la que exige medidas claras contra el abuso sexual en el trabajo

La campaña llegó ayer al seno de la Eurocámara, en la que los eurodiputados señalaron durante un debate que el acoso sexual es un “secreto a voces” también en la institución, con más de una docena de asistentes víctimas por parte de eurodiputados. Otras han hecho público su caso, como la europarlamentaria italiana Eleonora Forenza, que explicó que un profesor intentó abusar de ella cuando tenía 19 años. Una lacra que se extiende en todos los ámbitos y que va saliendo a la luz.