Un cambio de hora cada vez con más reticencias

El ahorro de energía, calculado en unos 300 millones de euros, es el objetivo principal que se persigue con el cambio de hora que tendrá lugar esta madrugada, cuando los relojes se atrasen una hora y a las tres vuelvan a ser las dos. Sin embargo, cada vez son más las voces que cuestionan esta medida con el argumento de que la luz que no se usa a primera hora del día se gasta por la tarde debido al atardecer más temprano. Así, el pasado miércoles más de 70 eurodiputados impulsaron una moción para acabar con la directiva europea que obliga hoy a los estados miembros a la modificación horaria aduciendo que el cambio genera no solo problemas económicos sino de salud entre la ciudadanía. La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles cuestiona también los beneficios y reclama “medidas reales” para aprovechar el tiempo y algunas organizaciones ecologistas, como Greenpeace, tampoco están muy convencidas.