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Morir lejos de casa

La mayoría de los extranjeros fallecidos en Ponent son repatriados a su país de origen y enterrados según su religión || Los colectivos piden habilitar espacios locales para las nuevas generaciones

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Nueve de cada diez difuntos de nacionalidad extranjera son repatriados a sus países de origen para ser enterrados. Un ritual funerario obligado para algunas confesiones, sobre todo la musulmana, por la falta de espacios habilitados en los cementerios de Ponent pese a la reivindicación de cara al futuro. A diferencia del de Zaragoza, el cementerio de Lleida no dispone de ningún lugar habilitado para entierros de otras confesiones religiosas. Francesc Rivas, jefe del cementerio municipal, explica que de momento son pocas las personas de origen extranjero que se entierran aquí.

“Los inmigrantes que tenemos en Lleida son jóvenes y muchos de los fallecidos son repatriados a su país de origen”, afirmó. Según Rivas, en esta decisión influye la cultura de cada país. “Los asiáticos suelen regresar a su país cuando envejecen para morir allí. De fallecer aquí, muchos se incineran para que sus familiares esparzan sus cenizas cuando viajen a su tierra”, señala. En cuanto a los musulmanes, la mayoría piden ser repatriados. Los que no pueden permitírselo por motivos económicos, acaban enterrados en una fosa común, según Rivas.

La repatriación puede costar hasta 7.000 euros y se costean con seguros o iniciativas comunitarias

Habilitar espacios para las diferentes confesiones es una situación compleja. Así lo afirma Ariadna Solé, doctora en Antropologia Social per la Universitat de Barcelona e investigadora de los ritos funerarios. “Por un lado, abrir espacios daría respuesta a un derecho fundamental pero, por otro, la mayoría de los musulmanes siguen favoreciendo la repatriación y eso puede hacer que la administración lo vea como un problema que no es urgente”, afirma. Más allá de la religión, la repatriación tiene un componente cultural y familiar. “Repatriarse significa ser reconocido de nuevo en la comunidad de origen y para muchas familias es una manera de poder certificar la defunción”, explica Solé. De todos modos, apunta que es una reivindicación que lleva muchos años haciéndose y que es previsible que en el futuro las personas musulmanas nacidas aquí con pocos vínculos familiares en otros países no vean sentido a la repatriación. Para ello, insta a los ayuntamientos a hacer un esfuerzo para resolver la cuestión y dar cabida a todas las confesiones por igual. Una situación que afecta a diferentes confesiones. “Decidir si repatrían o no depende de si los familiares tienen pensado regresar a su país, pero también de una cuestión económica (puede costar hasta 7.000 euros). Este año casi todos los fallecidos se han enterrado aquí”, explica Daniel Simon, párroco de la Iglesia Ortodoxa rumana de Lleida. Entretanto, la repatriación es la fórmula mayoritaria entre los musulmanes, a pesar de que puede costar hasta 6.000 euros, explica Abderrafie Ettalidy, presidente de Magrebeida. “No se ha hablado mucho pero nos gustaría tener una zona en el cementerio de Lleida”, apunta Ettalidy, que añade que una parte del ritual (oración y lavado del cuerpo) se hace en la sala ecuménica del tanatorio. En cuanto a la comunidad asiática, la gran mayoría de personas de origen chino se repatrian o vuelven a su lugar de origen para morir, explica Liyun Wang, profesora de chino en la UdL. “Todavía no hay un auge de inmigrantes chinos que mueran aquí. La gente joven igual elegirá quedarse”, reconoce Wang.

Mejoras urbanísticas y música en directo en Tots Sants La Paeria está actualizando 4.523 nichos ubicados en los diferentes departamentos del cementario municipal de Lleida para poder identificar su propiedad y se prevé que la mitad podrán revertirse al consistorio y reutilizarlos. En cuanto a las reformas previstas, el teniente de alcalde Xavier Rodamilans destacó la construcción de 48 nichos nuevos en el departamento de Montserrat y la colocación de 288 columbarios en la Sala de la Pau. Otra actuación urbanística es la colocación de un nuevo modelo de bancos y la instalación de lámparas solares que ahora están en fase de prueba. Por su parte, el teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Fèlix Larrosa, señaló que el expediente sobre el departamento de Santa Cecilia sigue en marcha para recuperar el espacio y proteger los elementos urbanísticos. Con motivo de Tots Sants, la Paeria homenajeó ayer la figura del músico leridano Julià Carbonell. El alcalde, Àngel Ros, presidió el acto acompañado por familiares del músico. Hoy habrá música en directo en el cementeario de la mano de cuatro estudiantes del Conservatori Municipal de Música de Lleida.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.

Una persona de origen búlgaro enterrada en Guissona.XAVIER SANTESMASSES

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