TRIBUNAL DE MUJERES
'Tu puta noche de locura, mi destrucción'
“Tu puta noche de locura es mi destrucción”, es el mensaje que una joven víctima de una violación múltiple en Sanfermines lanzó a su agresor ayer en el Congreso, en el acto “Tribunal de Mujeres contra las violencias machistas” convocado por la Plataforma 7N. “Voy camino a casa, estoy cansada y decido irme. Camino por la calle, sin miedo pero con miedo. Me siento en un banco donde hay un conocido”. Así comenzó Carlota Álvarez el relato de su trágica experiencia. A ese conocido se unieron tres más. “Sin saberlo, ellos planeaban violarme”, rememoró, “cansada de vivir siempre con miedo”. Cuando la meten en un callejón, adquiere consciencia de lo que va a ocurrir y se le “hiela el cuerpo”, solo quiere “gritar”. “Que pase ya, que pase ya”, piensa. Sin embargo, “el tiempo no pasa”, se ríen de ella, le hacen fotografías y la graban. “Su poder es mi condena”, lamenta. “Tengo frío, tengo calor, tiemblo, no me controlo. Me tumbo en un banco, me acurruco y cierro los ojos. Que no haya pasado, que no haya pasado”, se dice. También Estela Grande sufrió una violación en esas fiestas.“¿Lo cuento? No me van a creer. ¿A quién se lo cuento? ¿Ha sido mi culpa? Claro que no, yo no quería. ¿Por qué me he sentado en ese banco con esa gente? ¿No eran mis amigos? Confiaba en ellos, eran mis amigos, no lo entiendo”, se pregunta.Y a esos interrogantes se agolpan otros. “¿Tendría que haber ejercido más resistencia? No, no podía, ni siquiera me salía la voz, solo intentaba respirar”. “Quiero llegar a casa y limpiarme, me doy asco. ¿Es que nadie lo ha visto? Tengo miedo de coger un taxi, de entrar en mi portal y encontrármelos, de andar por la calle. Pero a lo que más miedo tengo es a darme cuenta de que esto es real”, solloza.Recuerda el miedo a haberse quedado embarazada o a haber sido contagiada de alguna enfermedad, pero no sabe qué hacer. “Necesito ayuda, por favor”, implora.
Un “Tribunal de mujeres” juzga y condena la violencia machista Los desgarradores testimonios de Carlota Álvarez y Estela Grande sirvieron para poner cara a la violencia sexual, que ayer “juzgó” un particular “Tribunal de Mujeres”, que terminó “condenando” al Estado por otros casos de violencia machista como los de Ángela González o Juana Rivas, presente en la sala Ernest Lluch de la Cámara Baja. Rivas dejó que fuera Paqui Fullerat, de la Plataforma 25N de Granada, la que contara su caso y la que pidiera justicia porque solo ha “sentido indefensión” y ha sido “vapuleada por todas las instancias de la autoridad judicial”. Sin embargo, asegura haberse llevado algo positivo: “Sentir el afecto, el apoyo y el cariño de muchas personas, muchas de ellas desconocidas”. Estela Grande remarcó que, tras su dramática experiencia, pensó: “Esto no me lo enseñaron en el colegio, nadie me ha enseñado a reaccionar”.