Un trasplante de riñón muy especial

El hospital Vall d’Hebron de Barcelona alcanzó este pasado mes de julio un hito muy especial: el trasplante renal en adulto número 2.000 (una cifra al alcance de muy pocos centros) desde que llevara a cabo el primero en 1976. El protagonista de esta curiosa historia es un vecino de Alpicat, Pedro Villalobos, que sufría desde hacía más de dos décadas una insuficiencia renal causada por una quimioterapia con la que le trataron un linfoma de Hodgkin. “Me hizo gracia saber que era el trasplantado dos mil. Cuando me lo dijo el doctor me reí”, recordó ayer este leridano de 56 años, jefe de mantenimiento del ayuntamiento de Alpicat, en declaraciones a SEGRE el día que obtuvo el alta médica. El riñón dañado se había ido deteriorando con el paso tiempo y en enero del pasado año, Pedro no tuvo más remedio que empezar a hacer diálisis, con sesiones de cinco horas tres días a la semana. “Entonces asimilé que me tendrían que hacer un trasplante”, explicó. Un año y medio después llegó el donante, anónimo, y el 7 de julio se sometió a un trasplante que fue un éxito y que solo le obligó a estar ingresado ocho días. “Físicamente yo me encontraba bien antes, pero el trasplante me ha dado la vida porque mi calidad de vida ha mejorado muchísimo. Ya no tengo que estar ‘atado’ a la diálisis”, reconoció. “Y pronto podrá reincorporarse a su trabajo”, apuntó Francesc Moreso, jefe clínico de Trasplante Renal de la Vall d’Hebron. Y es que este tipo de operaciones permite a los pacientes afectados recuperar un funcionamiento renal a un nivel entre el 50% y el 70%, frente al 15% de cuando están sometiéndose a diálisis. El seguimiento tras la cirugía se lleva a cabo entre el hospital barcelonés y el Arnau de Vilanova.

Los hospitales catalanes, líderes, hacen cada año casi mil operaciones Los hospitales catalanes realizan cada año casi un millar de trasplantes. De ellos, 700 son de riñón, 150 de hígado, 80 de pulmón, 20 de corazón y 20 de páncreas. Estas cifras han llevado a Catalunya a tener una tasa de 100 trasplantes por millón de habitantes, la más alta en el Estado y todo referente mundial, por encima de los 40 de Alemania y 50 de Estados Unidos. La edad con la que se realiza este procedimiento es cada vez más avanzada y se llegan a trasplantar pacientes de 85 años, cuando tienen un buen pronóstico y se calculan más de tres años de esperanza de vida.