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Una víctima de violencia machista: "Hay que buscar ayuda, pero la clave está en una misma"

La leridana Adriana Bontidean superó la violencia machista y se sacó el título de 'coach'

Adriana Bontidean

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Adriana Bontidean es una leridana de 48 años que hace tres años fue víctima de malos tratos por parte del que entonces era su pareja. Denunciar lo que ocurría fue lo más difícil, pero le sirvió para encontrar ayuda, empoderarse y lograr salir adelante. “Me maltrató desde el principio, pero no me daba cuenta. Empezó con el maltrato psicológico, la manipulación, sabía qué botón apretar para hacerme daño y yo me sentía sola. Después llegaron los malos tratos físicos. Él se quedó sin trabajo, estaba más violento y gastaba todo lo que yo ganaba, hasta que un día entré en crisis”, explica.

“Sentí que sola no podía, tenía miedo, temblaba y acudí a los Mossos, que me atendieron maravillosamente. Me explicaron qué recursos tenía a mi alcance, pero aún así yo no quise denunciar”. El gran paso vendría más adelante. “El ánimo de él empeoró y un día me pegó por regresar a casa sin avisar. Ese mismo día, de casualidad, encontré a una agente de los Mossos que conocía, me preguntó cómo estaba y empecé a llorar. Supongo que esperaba que me salvara un ángel. La agente me dijo que los ángeles no existen, pero más tarde me di cuenta de que sí, y son personas que te encuentras y que te ayudan sin que te lo esperes”, asegura. “Los Mossos vinieron a casa y mi pareja les agredió. Se lo llevaron detenido. Constataron que se trataba de una persona muy agresiva y se quedó preso. A pesar de que yo era totalmente dependiente de él, aquella noche me di cuenta de que se trataba de una cuestión de vida o muerte y decidí poner la denuncia.

A partir de ese momento se abrieron varias puertas, me sentí muy apoyada por los Mossos, asistentes sociales, entidades como Creu Roja, el Casal de la Dona...” Pasado un tiempo, su expareja salió de la cárcel y se fue a Rumanía, su país de origen. “Aprendí que la denuncia es el click, pero para llegar a ello hay que ser consciente del valor de una misma. Un mosso, un médico, un asistente, etc. te pueden ayudar hasta cierto punto, pero el resto está en tus manos”, asegura y concluye “sea lo que sea por lo que tengas que pasar, siempre puedes sacar algo positivo. Yo ahora soy responsable de mí misma y he crecido como persona”. Adriana decidió invertir sus ahorros en sacarse un título de coach. “Me gustaría ayudar a otras mujeres que están pasando por lo mismo, si yo he podido, ellas también”.

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