Sant Guim se queda sin pesebre

La tradición de los pesebres vivientes en las comarcas leridanas está viviendo momentos difíciles. Y es que después de que Sudanell lo suspendiera el pasado año por la falta de relevo generacional y Linyola anunciara su cancelación hace dos semanas por la situación política, Lleida pierde ahora también a uno de los más representativos en este sector, el de Sant Guim de la Plana, que con sus 34 años de trayectoria es el más veterano. Así, su promotora, la asociación la Marinada, anunció ayer en un comunicado su decisión de no organizar este año la escenificación navideña. La falta de acuerdo con el consistorio ha llevado al grupo a desistir en la organización de este montaje que mueve cada año a unos 300 figurantes. La falta de afinidad entre ayuntamiento y la Marianada se remonta a hace una década y llegó a su punto más alto en el 25 aniversario del proyecto. Entonces solo se ofrecieron de forma simbólica algunas escenas del montaje. Si bien en 2011 se firmaba un acuerdo en el Consell de la Segarra bajo la presidencia de Adrià Marquilles, lo cierto es que los roces han constinuado.

El alcalde de Sant Guim, Josep Llobet, considera que la principal problemática es la falta de relevo en el proyecto, y manifiesta que este año como novedad solo se les ha propuesto pagar la calefacción, la luz y la limpieza del local social, que suma unos 45 euros en cada jornada. Por su parte, miembros de la Marinada declararon que no se han cumplido los acuerdos firmados en 2011. En este sentido, reconocieron el cansancio por una situación que se dilata en el tiempo y que dificulta los ánimos a la hora de preparar el montaje. De momento se trata de una decisión solo para este año, por lo que no se descarta la recuperación de la escenificación del proyecto en el futuro. El pesebre de Sant Guim fue declarado de Interés Turístico en 2002 por la Generalitat.

Ardèvol ha programado 14 sesiones y en Magraners se representará los días 25 y 26 de diciembre

La cancelación de pesebres vivientes también ha llegado al Alt Urgell. Desde el ayuntamiento de Peramola confirmaron ayer la decisión de no organizar este año la actividad, mientras que los consistorios de Organyà y Montferrer lo debatirán durante los próximos días.

Ardèvol, en el Solsonès, y el barrio de Magraners mantienen la tradición

A pesar de las cancelaciones de algunos de los pesebres vivientes más representativos de las comarcas leridanas, no todo son malas noticias en esta tradición navideña. Y es que aún hay espacio para la esperanza y algunas de estas representaciones han decidido seguir adelante a pesar de las dificultades. Es el caso del pesebre de Ardèvol, en el Solsonès, que mostrará al público sus trabajadas escenas en hasta siete días diferentes durante esta Navidad (los días 26 y 30 de diciembre y 1, 6, 7, 13 y 14 de enero, con dos pases diarios a las 18.30 y a las 19.30 horas). “Se está poniendo difícil seguir adelante y cuesta mantenerlo a nivel de montaje y organización porque cada año hay gente que lo deja por diferentes motivos”, explica Màrius Codina, una de las personas que está al frente de este pesebre. Aun con todo, más de 200 figurantes participarán en la treintena de escenas que se montarán de esta representación, dividida en dos partes, un pesebre bíblico y un espectáculo. El precio de las entradas será de 10 euros (cinco para los niños de 5 a 9 años y gratuito para los menores de esta edad).