Reto más que cumplido

No era la edición del Gran Recapte que arrancaba con más optimismo en las comarcas leridanas. Un ritmo flojo en la inscripción de voluntarios y la sensación de recuperación económica instalada en parte de la sociedad, que hace olvidar en ocasiones que miles de personas siguen pasando por una situación grave, no auguraba buenas cifras. Sin embargo, los leridanos lo han vuelto hacer. En menos de 48 horas, entre las nueve de la mañana del viernes con la apertura de las puertas de los supermercados y las nueve de la noche de ayer con el cierre, han vuelto a dar una auténtica lección de solidaridad que cambió las caras de los responsables del Banc dels Aliments de Lleida. “Estamos muy contentos, ha sido una sorpresa muy positiva. La movilización solidaria ha sido enorme y yo no recuerdo una reacción así”, aseguraba ayer Oriol Berenguer, director de la entidad leridana. Hablaba con conocimiento de causa, a última hora de la tarde desde el pabellón 3 de la Fira de Lleida donde decenas de voluntarios clasificaban a un ritmo frenético los alimentos donados. Y es que según los primeros cálculos del Banc dels Aliments de Lleida, en esta novena edición habrán conseguido recoger entre un 10% y un 15% más que el año pasado. Eso supone unos 280.000 kilos con las donaciones de los ciudadanos en los supermercados, a los que habrá que sumar después las aportaciones de las empresas, lo que hará que la cifra final pueda rondar los 300.000 kilos. “No son cifras de récord, pero casi. Nos demuestra que es una iniciativa muy consolidada incluso en momentos en los que no es tan visible la gravedad de la situación”, aseguró Berenguer.

De récord sí que fueron las cifras de voluntarios porque, a pesar de que cuando faltaba un mes solo se habían cubierto el 35% de las inscripciones necesarias, una avalancha de solidaridad para responder al llamamiento de la entidad ha permitido finalmente contar con 2.100 colaboradores en los supermercados y unos 700 para la clasificación posterior.

A pesar del bajo ritmo inicial de inscripciones, hubo rércord de voluntarios con unos 2.800 en Ponent

Lo más importante es que ahora el Banc dels Aliments de Lleida respirará tranquilo durante aproximadamente dos meses y medio, teniendo en cuenta que el Gran Recapte se ha convertido en fundamental para su supervivencia, porque les permite ‘ingresar’ casi una cuarta parte de las dos mil toneladas de productos que reparte cada año en Ponent. Y con todo ello podrán ayudar a los 26.500 leridanos que actualmente son usuarios de la institución. Será aproximadamente dentro de dos semanas, cuando calculan que empiece el reparto. “Seguramente el Gran Recapte permitirá a las entidades poder ser más generosos con las personas sin recursos de cara a Navidad”.

Más de 4 millones de kilos y 27.000 voluntarios en toda Catalunya En cuanto al conjunto de Catalunya, la primera valoración del Gran Recapte hecha por los cuatro Bancs dels Aliments con datos recogidos hasta las 19 horas hace prever que la cifra de alimentos recaudados será similar o incluso superior a la de la pasada edición, cuando se recaudaron 4.374.000 kilos de alimentos básicos. Las cuatro entidades valoraron de forma muy positiva la campaña, en especial la muestra de solidaridad ciudadana, que un año más demostró la sensibilidad colectiva ante el problema de la precariedad alimentaria en parte de la sociedad. Además, el llamamiento hecho para poder cubrir todos los puntos de recogida dio sus frutos, ya que se alcanzó la cifra de 27.000 voluntarios en toda Catalunya. El buen transcurso de la campaña contrasta, según informó ayer la entidad, con el luto vivido en el Banc dels Aliments de Barcelona por la pérdida de Isidoro Donate, voluntario del departamento de Logística que falleció en la víspera del Gran Recapte a los 71 años.