EDUCACIÓN POLÉMICA
Multa para el profesor del Gili i Gaya denunciado por homofobia
La Generalitat impone al docente, que dijo en clase que la homosexualidad era antinatural, una sanción de 417 € || Por una infracción leve de la ley que garantiza los derechos del colectivo
La dirección general de Igualdad del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha multado con 417,34 euros al profesor del instituto Gili i Gaya de Lleida Santiago Fernández Burillo que el pasado mes de junio afirmó, durante una clase de Filosofía con alumnos de 4º de ESO, que ser homosexual es antinatural. Según el documento al que ha tenido acceso este diario, la conselleria considera al maestro responsable de la comisión de una infracción leve tipificada en la ley 11/2014 para garantizar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales y para erradicar la homofobia. Concretamente, en su artículo 34, que considera una infracción “llevar a cabo actos que comporten aislamiento, rechazo o menosprecio público, notorio y explícito de personas por causa de la orientación sexual, identida o expresión de género”. El origen de la polémica está en un debate en la clase sobre el amor en el que profesor en cuestión solo se refería a la relación afectiva entre un hombre y una mujer. Entonces, un alumno le preguntó sobre el amor entre dos personas del mismo sexo, a lo que el docente, según los alumnos, respondió que “ser homosexual es antinatural” y lo comparó con ser “cojo o tuerto”. “No debería existir, os están imponiendo la creencia de que hay que respetar a los homosexuales...”, aseguraron los alumnos que dijo y también publicaron posteriormente un vídeo con más declaraciones. Estos comentarios provocaron que los adolescentes abandonaran el aula en señal de protesta. Los hechos provocaron un alud de reacciones y concentraciones de repulsa y la asociación Colors de Ponent interpuso una denuncia ante la dirección general de Igualdad de la Generalitat, que abrió un expediente que ahora se ha resuelto con esta multa.
El caso también llegó al departamento de Enseñanza, que entre otras cosas propició una reunión en la sede de los servicios territoriales en Lleida entre los alumnos y el profesor, de 64 años y con más de cuatro décadas como docente. El docente aceptó irregularidades en su comportamiento y pidió perdón a los estudiantes, por lo que la conselleria, que no obstante consideró que las palabras del profesor fueron “reprobables y nada acertadas”, dio por zanjada la polémica.