Fin de las fiestas con los Reyes

La cabalgata de los Reyes Magos de Oriente puso ayer punto y final a las fiestas navideñas en Torrefarrera, Vergós y Castellnou d’Oluges, que como cada año reciben a sus majestades el 6 de enero. En el primer municipio, la bajada de temperaturas no desanimó a los más pequeños, que desde las 10.00 horas de la mañana esperaron con ilusión a la comitiva real desde el consistorio. Y es que, a pesar de que Melchor, Gaspar y Baltasar hacen acto de presencia en Torrefarrera un día después que en la mayoría de localidades, su magia siempre es puntual y reparten decenas de regalos entre los niños y niñas que han sido buenos. El Camarlenc, como es tradición, ya transmitió a los reyes las listas de deseos el pasado 27 de diciembre. En una jornada protagonizada por la ilusión y las sorpresas, el pabellón municipal también acogió una actuación de animación infantil que hizo las delicias de todos los vecinos.

Una vez más, la omnipresente magia de sus majestades también estuvo presente el viernes en La Vall de Boí, donde los pequeños recibieron sus regalos en una iglesia románica de Santa Maria de Taüll en la que hubo villancicos y ritmos de acordeones.

Los reyes entraron a las ciudades por tierra, mar y aire para sorprender al público que los recibía

Los Reyes de Oriente son especialistas en entrar a lo grande a las ciudades y lo hacen por tierra, mar y aire para sorprender a todo el público que los espera con los brazos abiertos. En La Seu d’Urgell, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a través del río Segre con tres barcas de rafting y en Organyà hicieron su entrada en parapente. Tras la resaca de las cabalgatas, grandes y pequeños disfrutaron ayer de los regalos que dejaron sus Majestades a su paso por Ponent. Una jornada pasada por agua tras las atípicas temperaturas al alza de la semana pasada.

Colas en establecimientos para comprar los roscones de los rezagadosSiguiendo con la tradición, las mesas de las familias leridanas estuvieron presididas ayer por el Roscón de Reyes, también en las casas de los más rezagados, que en algunos casos hicieron colas en pastelerías de hasta hora y media para conseguir este dulce relleno. Por su parte, el Gremi de Forners de Lleida se mostró optimista con las ventas de este año, pues tenía previsto llegar a las 200.000 unidades. De esta manera, los pasteleros volvieron a reivindicar el consumo de productos artesanales por encima de los omnipresentes roscones industriales, que aseguran pueden incorporar hasta 44 aditivos diferentes. Y es que en los últimos años los productores industriales han ido ganando cuota de mercado y actualmente sus ventas representan el 40% de los roscones que se venden en toda Catalunya, mientras el resto están elaborados por horneros y pasteleros tradicionales. Los Roscones de Reyes artesanos están ‘’elaborados diariamente y con materia prima de calidad y de proximidad”, reivindicaron en la última reunión del gremio.