Y en medio del cáncer, el amor

A Sara le cambia la voz cuando habla de Álvaro. Es su novio. Ella es de Cervera y el de L’Hospitalet y llevan saliendo desde el 6 de agosto del año pasado. Hasta aquí una historia como la de cualquier otra pareja de adolescentes si no fuera porque la suya nació en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, en la planta de Oncología en la que ambos se conocieron en plena batalla contra el sarcoma de Ewing, un tipo de tumor óseo o de tejidos blandos que afecta fundamentalmente a niños y jóvenes. Ella lo tiene en la pelvis y él, en el sacro. “Suena duro, pero gracias al cáncer he podido conocer a Álvaro y ahora mi vida es más bonita. Valoro mucho más las cosas”. Y es que lo último que se imaginaba Sara cuando le diagnosticaron el sarcoma era que fuera a encontrar el amor en el hospital, en una historia que guarda cierto paralelismo con la serie Pulseres Vermelles. Porque había tenido novios antes, pero ninguno como este. “Me ha conocido de todas las formas, en mis mejores y en mis peores momentos y sigue a mi lado”. Aunque ninguno de los dos lo sabía, el destino empezó a unirlos en noviembre de 2016. Entonces Sara entró al quirófano del hospital de Igualada para operarse de una hernia, pero le encontraron un tumor. Tenía entonces 16 años y estudiaba 1º de Bachillerato en el instituto Antoni Torroja con la mente puesta en ser profesora en el futuro. “Me quedé en estado de shock. No sabía cómo actuar, pero pronto reaccioné y empecé a tirar adelante”, recuerda Sara. Solo dos meses después aterrizaba en Sant Joan de Déu para operarse y para continuar después con quimioterapia y radioterapia y una nueva vida en la Casa dels Xuklis que la asociación Afanoc tiene en Barcelona. Y en medio de la batalla apareció Álvaro, que también tiene hoy 17 años y vive en L’Hospitalet. “Nos conocimos en una reunión que organizó el hospital para los jóvenes que estábamos en Oncología. Nuestras madres entablaron relación fuera y luego nos presentaron”. Desde ese momento empezaron a coincidir en los diferentes ingresos, a quedar fuera del hospital y a empezar a gustarse. Así que cuando Álvaro le pidió salir, cuatro días después de confesarse mutuamente sus sentimientos, Sara no dudó. “El cáncer es dolor físico, pero cuando estoy con él, aunque sea en medio de la quimioterapia, me río y soy feliz”, asegura esta joven.

Desde Navidad su vida ha vuelto a Cervera tras casi un año en la Casa dels Xuklis. “Intentamos pasar juntos todos los días que podemos porque nos queremos y lo hemos demostrado”. Su lucha continúa con una quimioterapia de mantenimiento que les obliga a ir un día a la semana al hospital. Y su amor sigue, porque Álvaro ha conseguido que a los dos los citen los viernes.

La fiesta Posa’t la gorra de Afanoc, el 18 de febrero en la Seu Vella La Seu Vella acogerá el próximo 18 de febrero la quinta edición del Posa’t la gorra de Lleida, la fiesta que organiza la asociación de niños con cáncer Afanoc para recaudar fondos para sus proyectos. Comenzará a las 10 de la mañana y acabará a las dos de la tarde y contará con varias actividades. La entrada es gratuita para todos aquellos que hayan adquirido, por siete euros, la gorra identificativa, que también podrá comprarse el mismo día. Además, este sábado habrá una sesión solidaria en los JCA Cinemes, con la película La panda de la selva, a las 18 horas. Allí también estarán a la venta las gorras.