ESNOTICIA
Hacia la cartera digital
Los pagos en efectivo pierden peso y todo apunta a una revolución marcada por nuevos sistemas || El móvil o los relojes inteligentes son solo dos de las fórmulas que van ganando peso
Pasar de pagar en efectivo a utilizar la tarjeta fue un cambio que requirió muchos años de adaptación, pero ahora ya son una realidad una serie de nuevos medios que pueden convertir en poco tiempo los monederos físicos en pieza de coleccionista. El teléfono o el reloj inteligente son solo dos de los métodos que ganan adeptos
Pagar con dinero en metálico es un gesto que cada vez se ve menos en los comercio y el uso de las tarjetas de crédito para las compras del día a día corren el riesgo de seguir el mismo camino. Los expertos coinciden en que 2017 ha sido un año de transición en cuanto a los medios de pago, y pronostican que en el futuro cercano proliferarán las soluciones que logren acabar con el tradicional pago en monedas y billetes a través de medios muy cercanos a los usuarios como los teléfonos móviles (smartphones), los relojes inteligentes (smartwatches), o a través de pulseras VISA, pero de una forma altamente segura.
El sector financiero cree que aún convivirán durante un tiempo los medios tradicionales con los tecnológicos. El trasvase de los clientes del tradicional monedero a las aplicaciones informáticas dependerá de la rapidez a la hora la adaptación a las nuevas tecnologías. Según un informe elaborado por Indra a través de su filial Tecnocom Tendencias en medios de pago 2017, el efectivo sigue siendo la principal fórmula de pago solo para el 22,5 por ciento de los españoles.
La rápida adaptación a las nuevas tecnologías puede ser decisiva a la hora del trasvase de los clientes
En apenas un año, el número de tarjetas operativas ha crecido en 4,6 millones
Los bancos han entendido que deben ir en paralelos a la tecnología y ofrecer al cliente un abanico de posibilidades y han creado sus sistemas de pago a través del móvil tanto propios como conjuntos, como Bizum, que a finales del año pasado contaba ya con 750.000 clientes tras haberse puesto en marcha en octubre de 2016 con cerca de dos millones de operaciones con un volumen asociado superior a los 100 millones de euros. A finales de septiembre del año pasado, 29 entidades bancarias contaban ya con este sistema.
Además, empresas de hardware como Samsung, Apple o Android se han subido al carro de los sistemas de pago y ofrecen sus propias aplicaciones como Samsung Pay, Apple Pay o Android Pay. También existen las llamadas carteras digitales o cibermonederos. Por su parte, centros de ventas online como Amazon, por ejemplo, han reforzado sus sistemas de pago seguro e incluso permiten pagar por productos y servicios en otras páginas web con tan solo introducir los datos de acceso a su cuenta de Amazon.
Si 2016 se caracterizó por la aparición de numerosas alternativas de pago móvil y el auge de pequeñas empresas fintech, que ofrecían tecnología a las grandes entidades en este tipo de transacciones, 2017 fue el año de la encriptación de la información, la tecnología blockchain, en definitiva, transmisión de la información y su almacenamiento de forma extremadamente segura, respetando la identidad y privacidad, gracias al uso de claves criptográficas. Y es que la ciberseguridad es esencial a la hora de que los usuarios confíen en los nuevos sistemas de pago, sobre todo en lo que se refiere a la protección y la privacidad de los datos sensibles en las transacciones financieras.
Además, los expertos prevén que el crecimiento en este campo se acelere este año, debido a la entrada en vigor ayer de parte de la nueva directiva comunitaria sobre servicios de pago, la PSD2 (Payment Services Directive 2), que regulará servicios que ya existen pero que estaban en un limbo legal, como ofrecer al cliente tener en una app del móvil todas sus cuentas reunidas o pagar directamente a un comercio a través de una aplicación sin que intervengan el banco o Visa y Mastercard. Pero además, implicará que las entidades financieras tradicionales abran sus servicios de pago a terceros, con el objetivo de incentivar la competencia y mejorar los servicios a disposición de los ciudadanos europeos. Como hemos dicho antes, las empresas deben hallar un equilibrio entre seguridad y experiencia de usuario dentro del mercado, lo que supondrá un reto para la industria.
Con la entrada de PSD2, los pagos gestionados por las entidades financieras deberán luchar por el mercado con la entrada de nuevos competidores, lo que conllevará que tengan que reinventarse, centrándose en generar relaciones a largo plazo de mayor valor con los clientes. Aunque el PSD2 entra ya en parte en vigor, pasará algún tiempo hasta que sea una normativa de uso obligatorio, como mínimo hasta septiembre de 2019.
El uso del llamado dinero de plástico ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta el conocido sistema contactless que permite hacer las compras con tan solo acercar la tarjeta a la máquina que registra el pago. Para cuentas pequeñas no se requiere ni el número PIN para avalar la autenticidad del usuario.
Con la recuperación económica, el consumo ha aumentado y el número de tarjetas en circulación en España también, un 6,6% en 2016, hasta los 74,5 millones, 4,6 millones más que en el año anterior.
Por otro lado, en 2016 se registraron 365 millones de operaciones de comercio electrónico tanto mediante tarjeta de crédito como de débito, un 30% más que en 2015. Estas operaciones supusieron un volumen de negocio de 24.000 millones de euros, un 20,8% más que en 2015.
Por su parte, el uso del efectivo creció un 0,9% y los billetes y monedas en circulación contabilizaron 130.414 millones de euros, lo que equivale a un 11,5% del Producto Interior Bruto, dos puntos por encima del registro de 2011. Mientras, el valor de las retiradas en cajeros automáticos, que alcanzó 118.275 millones de euros en 2016, representó un 3,1% más que en 2015.