POBREZA ESTUDIO
Con trabajo, pero pobres
El 12% de las personas empleadas en Catalunya tienen ingresos inferiores a 837 euros mensuales || Càritas alerta de que es un colectivo que aumenta a pesar de los indicios de salida de la crisis
Tener un contrato de trabajo hoy en día no asegura un mínimo de vida digna. En esta situación se encuentran aproximadamente un 12% de los trabajadores en Catalunya ya que, a pesar de estar empleados, sus ingresos no alcanzan los 837 euros mensuales, considerados umbral de la pobreza (un cálculo de la media de las rentas que da como resultado una cifra similar al salario mínimo interprofesional). Así lo puso de manifiesto ayer Càritas de Barcelona durante la presentación del informe Vidas precarias en el que alerta, además, de que este colectivo, “invisible”, está en aumento, ya que ha pasado de representar en 2016 al 14,5% de sus usuarios atendidos, al 16% en 2017. Una situación que también constatan en las comarcas leridanas. “Es una realidad creciente y preocupante y que nos sitúa muy por encima de la media europea”, aseguró a este diario Rafael Allepuz, recientemente nombrado director de Càritas de Lleida. Se trata, fundamentalmente, de personas inmigrantes sin residencia, mujeres solteras con hijos, jóvenes y mayores de 50 años que encadenan contratos precarios, temporales o con jornadas muy reducidas, especialmente en los sectores de la limpieza, la restauración y los servicios. Y todo ello a pesar de que los indicadores macroeconómicos apuntan a una salida de la crisis. “El problema está en el reparto de esta mejora, que es poco equitativo y aumenta la diferencia entre ricos y pobres. Y la muestra es que nuestro trabajo, el de Càritas, no se acaba”, apuntó Allepuz. Para revertir esta situación, Càritas de Barcelona reclamó una nueva reforma laboral y un salario mínimo de mil euros en 14 pagas (hoy está en 735). Y alertaron de que el mercado laboral es como un ventilador que genera precariedad, que absorbe y expulsa rápidamente y que deja problemas de vivienda y salud.