Jóvenes ante el cáncer infantil

“Yo tenía mis planes antes de la enfermedad y ahora, que parece que me recupero, quiero cumplir mis sueños”. Este es el mensaje optimista y lleno de vitalidad de Cosmin Ionuscu, un joven de 16 años de Les Borges Blanques que ofrece su testimonio a SEGRE en el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebra hoy. Junto con él, prestan su voz a la experiencia de luchar contra la enfermedad Giorgiana Milea, vecina de Lleida ciudad de 16 años, y Arnau Amorós, también vecino de la capital del Segrià de 20 años. En el caso de Cosmin, él todavía está luchando contra el “monstruo”, pero no pierde para nada la sonrisa. “Antes la gente se moría de gripe, con el cáncer pasará lo mismo, es algo temporal”, afirma rotundo. Con 10 años le detectaron un tumor en la pierna. Ya recuperado, la enfermedad volvió cinco años después y esta vez se había extendido a los pulmones.

Este adolescente de la capital de Les Garrigues vivió esta última estancia en Barcelona en la Casa dels Xuclis, gestionada por la Associació de Nens amb Càncer (Afanoc), con la que colabora. No pasó por esta residencia pero sí que ayuda a la entidad en todo lo que puede Giorgiana. Ella vio cómo su hermano pequeño, de solo 5 años, batallaba contra el cáncer. “Fue un momento muy duro. Yo solo quería estar con él en el hospital. Todo cambió muy deprisa”, afirma. Recuerda que a su hermano le diagnosticaron un tumor en la espalda el día que ella cumplía 11 años. Ahora, cuando él se recupera, Giorgiana lo tiene claro: quiere ser voluntaria de Afanoc y ayudar a otros. Igual de claro lo tiene Arnau, un joven de 20 años que estudia un Grado Superior con la esperanza de trabajar en un hospital. “Con 5 años me encontraron un tumor cerebral. Diez años después, volví a ingresar. Ahora soy voluntario de Afanoc para ayudar a otros y algún día lo haré como médico”, afirma.

«La falta de pelo era la único que nos delataba»

Cosmin Ionescu

Cosmin sabe muy bien lo que es enfrentarse a cara a cara con la enfermedad. Y no una, sino dos veces. Hace pocos meses que volvió de la Casa dels Xuclis, una experiencia que, a pesar del duro golpe del tratamiento, recuerda con una sonrisa. “No parecíamos niños enfermos. Solo nos delataba el hecho de no tener pelo”, afirma. Este adolescente de Les Borges Blanques quiere retomar su lista de metas mientras aún se recupera del último tratamiento. Pero se muestra firme en lo que pediría en este Día Internacional. “Pedir una cura hoy en día es irreal, pero todo llegará. Sí que se necesita que se habla más del cáncer infantil, que no sea un tema tabú entre los niños, y que apuesten por nosotros”.

«Quiero ayudar a que los niños se lo pasen bien»

Giorgiana Milea

Esta adolescente vio cómo su hermano luchaba contra el cáncer cuando solo tenía 5 años. Estar junto a él era su prioridad y ahora que él se recupera quiere ayudar a otros niños siendo voluntaria. “Quiero ayudar a que se lo pasen bien”, afirma. Para ello, insta a los jóvenes a hacerse voluntarios de cualquier asociación, como Afanoc, que ayude a las familias en este duro proceso. “Para mí fue un golpe muy fuerte ver a mi hermano en esa situación”, recuerda emocionada. Igualmente agradece la labor de Afanoc y considera que se debería hacer más divulgación para que las familias conozcan este tipo de ayudas y no estén solas. También que se hable más del cáncer infantil desde todos los ámbitos.

«Tendría que haber más investigación»

Arnau Amorós. 20 anys

Arnau es un joven de Lleida que con cinco años superó un tumor cerebral. Con complicaciones cuando cumplió diez, lo tuvo muy claro y en cuanto tuvo la edad necesaria se hizo voluntario de Afanoc. Ahora colabora con la entidad en las ediciones del “Posa’t la gorra” de Lleida, Balaguer o Mollerussa. Y estará en la de este domingo día 18 en la Seu Vella. Mientras cursa un Grado Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico, asegura que tendría que haber más fondos para la investigación, por lo que propone dedicar una Marató de TV3 al cáncer infantil. También pide que los jóvenes se impliquen, ya que la toda ayuda es necesaria para luchar contra la enfermedad. “Somos una figura más próxima”.