Menos conducción y más espera

Las comarcas leridanas cerraron el pasado año con un total de 7.830 exámenes de circulación prácticos hechos, lo que supone casi un 14% menos que en 2016, cuando este tipo de pruebas superaron las nueve mil en Ponent, según los datos que constan en una respuesta del Gobierno central en el Congreso de los Diputados. Desde la Federación d’Autoescoles de Catalunya apuntan directamente a la huelga de examinadores que se desarrolló el pasado año durante más de seis meses y que obligó a suspender un total de 2.103 pruebas en la provincia de Lleida, dejando el total de exámenes realizados en la cifra más baja de los últimos cuatro años. “Además de los paros, otra de las explicaciones del descenso es el cierre del centro de exámenes de Vielha (ver desglose adjunto) y la menor capacidad de los de La Seu d’Urgell y La Pobla de Segur, que están trabajando actualmente al 50%”, reconoce el leridano Raül Viladrich, presidente de la entidad, en declaraciones a este diario. Aunque en menor medida, en 2017 también se redujeron en la demarcación las pruebas teóricas (un 5% menos hasta las 7.295) y las de destreza (2.106, un 7,7% menos).

Pero sin duda uno de los efectos más importantes que ha tenido la huelga de examinadores en Catalunya, y especialmente en Lleida, donde la situación ya era crítica antes, es el aumento de la lista de espera de alumnos que ya tienen aprobada la teoría y esperan someterse a la práctica, que se sitúa ya en unas 3.000 personas en Ponent. “Ya nos preocupaba antes, pues imagina ahora. Sin sobresaltos, la capacidad que tenemos es de hacer unas 250 pruebas semanales, por lo que actualmente la espera es de unos dos meses, el doble que antes de iniciarse la huelga”, aseguró Viladrich. El presidente de la Federació d’Autoescoles de Catalunya alertó también de que la situación podría agravarse en Lleida, ya que está previsto que próximamente la provincia pierda uno de los seis examinadores con los que cuenta actualmente.

La provincia cuenta a día de hoy con 6 examinadores, pero perderá uno de ellos, lo que agravará la situación

El conflicto laboral que mantenían DGT y examinadores desembocó en la convocatoria de una huelga que se inició en junio y que pronto se convirtió en indefinida. La reclamación consistía en un aumento de plantilla y una subida de 250 euros del complemento salarial por las características del puesto. La desconvocatoria llegó en diciembre después de que varios partidos acordaran una propuesta para incluir en los presupuestos una partida de tres millones de euros específica.

La huelga de examinadores acabó hace ya tres meses, pero la situación está lejos de normalizarse.

Volvemos a estar en una situación como la previa a la de la huelga, que ya era muy complicada. Desde la Federació d’Autoescoles de Catalunya nos hemos reunido con la DGT, con el delegado del Gobierno Enric Millo y la semana que viene volveremos al Congreso para insistir en la problemática que vivimos en Catalunya por la falta de examinadores.

Y especialmente en Lleida, que ahora perderá un examinador y tendrá menos que antes de la huelga.

Tenemos seis, pero uno de ellos se irá en breve, así que perderemos capacidad de examinar y la situación se agravará.

¿Cómo se dará salida a la lista de espera acumulada?

El problema es que a pesar de no tener huelga no disponemos de suficientes examinadores para aumentar el ritmo de pruebas y reducir la lista.

Sin fecha para reabrir el centro de exámenes de la Val d’Aran Tres meses después de iniciarse la huelga de examinadores, la jefatura provincial de la Dirección General de Tráfico en Lleida cerró el centro de exámenes de Vielha, uno de los tres con los que contaba el Pirineo leridano. Según explicaron desde la Federació d’Autoescoles de Catalunya, la DGT tomó la decisión por falta de viabilidad debido a que los desplazamientos de los examinadores eran largos y era necesario concentrar esfuerzos en Lleida para poder dar salida a los alumnos en espera. A día de hoy no hay fecha para volver a reabrirlo y los alumnos de esta zona deben desplazarse al centro de La Pobla de Segur. Sin embargo, tanto este como el que está situado en La Seu d’Urgell han visto mermada su capacidad examinatoria a la mitad desde el inicio de la huelga, ya que los examinadores decidieron incluir los desplazamientos dentro de la jornada laboral.