Campaña contra el glaucoma

El Institut Lleidatà d’Oftalmologia puso en marcha ayer, con motivo de la Semana Mundial del Glaucoma, su primera campaña de revisiones gratuitas para detectar esta enfermedad conocida como “ceguera silenciosa”, que daña el nervio óptico de manera gradual y afecta a más de 9.500 personas en Lleida –según la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares–. “El problema es que cuando los pacientes detectan la pérdida de visión, la enfermedad ya está demasiado avanzada, pues se va perdiendo el campo visual periférico hasta que ya es demasiado tarde”, explica la doctora especializada en glaucoma, Francesca Mayoral, que subraya la importancia de hacerse controles periódicos para detectar a tiempo esta dolencia y retrasar la pérdida de visión. En este sentido, suele considerarse población de riesgo las personas mayores de 50 o 60 años, con la presión ocular alta o con antecedentes familiares de esta dolencia, si bien hay otros factores como el síndrome de apnea del sueño o casos de hipermetropía aguda que también pueden estar relacionados con el glaucoma.

Maite Alejo, de 34 años, es uno de los casos excepcionales de herencia familiar. “Cuando tenía 26 años fui al oftalmólogo porque tenía una sensación molesta en los ojos. Les expliqué que mi abuela y mi madre tenían glaucoma, así que me tomaron la presión ocular y también me detectaron esta dolencia”, explica Maite, que lleva nueve años recibiendo un tratamiento diario en gotas y revisiones anuales. Aun así, destaca que “no he tenido ningún problema de visión porque me lo detectaron a tiempo y soy regular con las dosis. Solo me duelen un poco los ojos de forma puntual, cuando me puede subir la presión”. Hasta el viernes, ILO Oftalmologia llevará a cabo cerca de 50 consultas que incluirán la detección de la agudeza visual, la medición de la presión intraocular y un examen de fondo de ojo para valorar el estado del nervio óptico. El centro se suma así a la celebración de la Semana Mundial del Glaucoma, un proyecto que destaca la importancia de concienciar a la población sobre la importancia de su diagnóstico precoz.

¿Qué es el glaucoma?

Es una enfermedad que daña el nervio óptico y que normalmente afecta a personas de edad avanzada. El problema es que cuando los pacientes detectan la pérdida de visión la enfermedad ya está demasiado avanzada, pues se va perdiendo el campo visual periférico hasta que ya es demasiado tarde.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

A partir de los cincuenta o sesenta años somos propensos a tener la presión ocular más alta, aunque también son muy importantes los antecedentes familiares. Si tenemos familia diagnosticada con glaucoma no significa que nosotros también lo suframos, pero hay que hacer revisiones para descartarlo. También las personas que padecen determinadas metropías pueden ser propensas a padecerlo.

¿Cómo se detecta?

La única manera de detectarlo a tiempo es haciendo controles periódicos. Primero tenemos que corroborar que la presión es alta y que el nervio óptico está afectado. A partir de aquí tendremos que continuar con el estudio con pruebas complementarias, como la toma del campo visual o la medición del grosor corneal. Tendremos que valorar todas las pruebas para detectar el mejor tratamiento, que normalmente siempre se inicia con gotas. También se pueden llevar a cabo diferentes tipos de cirugía y láser.

¿La cirugía es el último tratamiento para los casos más graves?

De hecho la cirugía puede ser una escala final, aunque el láser puede servir para prevenir. A veces el paciente se alarma al saber que le tienen que operar pero puede ser que tenga una presión alta y solo con el láser se prevendrá un futuro problema.

Diagnosticada a los 26 años por herencia genética Maite Alejo tiene 34 años y fue diagnosticada con glaucoma hace nueve. “Mi abuela perdió la vista a causa de esta enfermedad y mi madre también la padece”, apunta Maite, mientras explica que “fui al oftalmólogo porque desde hacía tiempo notaba molestias en los ojos”. Desde entonces sigue un tratamiento diario en gotas y acude a revisiones una vez al año, aunque asegura que “por ahora no tengo ningún problema de visión”.