SALUD DÍA MUNDIAL
El móvil, solo diez horas al mes
Especialistas abogan por moderar su uso en una jornada sobre fibromialgia, fatiga crónica y sensibilidad química en Lleida || Los afectados piden más investigación y acelerar el diagnóstico
El uso del móvil es un debate complejo y, a veces, controvertido. Algunos especialistas rechazan de pleno que puedan causar cáncer. Otros, en cambio, abogan por no descartar categóricamente su perjuicio en las personas y abogan por la precaución para reducir sus posibles efectos. Esta última posición es la que defendió ayer la doctora Carme Valls, especializada en endocrinología, que fue una de las ponentes en la jornada organizada por Fibrolleida para conmemorar el Día Mundial de los Síndromes de Sensibilización Central (fibromialgia, fatiga crónica y síndrome de sensibilidad química múltiple). En declaraciones a SEGRE, Valls señaló que se está avanzando en la investigación científica sobre los efectos que tienen en salud los campos electromagnéticos como los de los teléfonos móviles y que se alertará a la población como se hace ahora con el tabaco. “La prevención nos lleva a recomendar no hablar más de 10 horas al mes con el móvil pegado a la oreja. Es mejor utilizar cables o telefonía fija y no disponer del móvil a menos de dos metros del lugar en donde dormimos”, afirmó. Actualmente, aún no hay ninguna investigación, según Valls, que nos lleve a negar “categóricamente” que los móviles causen cáncer, pero tampoco que nos lleve a afirmarlo. “Perjudican a afectados de enfermedades emergentes como la fibromialgia, la fatiga crónica y el síndrome de sensibilidad química múltiple, como cualquier otro tóxico presente en nuestro entorno social o laboral”, explicó Valls. Para la doctora, la sociedad se concienciará sobre el uso del móvil cuando la ciencia pueda demostrar sus efectos perjudiciales en la salud. En la jornada de ayer, celebrada en el Auditori Enric Granados, los afectados de enfermedades de sensibilización central reclamaron más investigación y acelerar el diagnostico de estas enfermedades, que padecen más de 11.000 leridanos.