¿Cómo acabar con la LGTBfobia en los colegios?
Solo por el hecho de pertenecer al colectivo LGTBI, niños y adolescentes pueden ser y, por desgracia lo son, víctimas de acoso escolar y ciberacoso, sufriendo aislamiento, difamación, amenazas y agresiones físicas que se podrían frenar con una educación en tolerancia en las aulas y en la sociedad. Lo han asegurado a Efe diversos expertos de Unicef, de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y de la Fundación ANAR con motivo de ser hoy el Día Internacional contra la LGTBIfobia.
Y es que, precisamente, "el acoso escolar por LGTBIfobia es el principal motivo del alumnado para llegar plantearse hasta el suicidio", alerta Visi González, del área de Educación de la Felgtb. González, maestra desde hace trece años, reconoce que ahora los educadores en Primaria están "eclosionando del huevo" con el tema de la diversidad sexual. Se trata de un asunto que "casi da miedo tocar" pues hasta hace poco había "desprotección legal", pero en bastantes comunidades ya existen leyes autonómicas que "avalan al profesor para que tenga obligación, derecho y deber de trabajar estos temas en el aula", recalca.
Para combatir los acosos propone más formación para el claustro, charlas de sensibilización para alumnos o talleres y, como ya se hace en Infantil y Primaria, trabajar en explicar el Día de la Diversidad Familiar (15 de mayo) o hablar de lo que se reivindica hoy.
Asimismo, González pide que los propios profesionales de la educación del colectivo LGTBI sean "visibles". "Los profesores y las profesoras seguimos siendo referencia para el niño o niña" y "es importantísimo que nos hagamos visibles", argumenta; "nunca habrá profesorado LGTB si no nos visibilizamos", enfatiza.
Un 60 % del alumnado ha sido testigo de ciberacoso hacia estudiantes de estos colectivos, según datos de la Felgtb, que para erradicarlo lanzó en septiembre la web www.stopacosoescolarlgtb.com y este mes llevará a cabo unas jornadas sobre ciberacoso.
La directora del Teléfono de la Fundación para la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), Diana Díaz, asegura que casi un 3 % de las llamadas son por acoso al alumno LGTBI, porcentaje que sube al 5 % en el ciberacoso.
Comenta que cualquier "diferencia" puede ser motivo de acoso y que la escuela "debe acoger a todos", pero que también se debe educar en casa en "el respeto a la diversidad".
La formación de docentes contra la homofobia es esencial para la portavoz de ANAR (900 20 20 10), Fundación que acude a colegios para trabajar en empatía, en resolución de conflictos y en identificar los roles en el acoso. Díaz concreta que "una autoestima sana es más difícil para la víctima", que tiene "sentimiento de culpa y miedo constante a ser atacado o traicionado si rebela algo más íntimo sobre su orientación sexual". "En las llamadas nos cuentan que llegan a cambiar su apariencia para no sentirse cuestionados" y ellos mismos "pueden marginarse por el miedo a ser rechazados", reconoce esta psicóloga de ANAR.
Para la responsable de Incidencia Política de Unicef Comité España, Cristina Junqueras, existe relación entre lo que ocurre a las víctimas en las aulas o fuera y lo reflejado en las redes sociales y, precisamente a través de móviles e internet la infancia del colectivo LGTBI sufre más el acoso por el anonimato del acosador.
Unicef cuenta con el programa "Educación en Derechos de Infancia y Ciudadanía global", que se promueve en los centros y convierte a alumnos, familias o profesores en "agentes que transformen" la vida en dichos espacios, explica.
Las soluciones pasan por "evitar o reducir conductas discriminatorias contra niños y niñas LGTBI", que es "un deber de toda la sociedad", subraya Junqueras, que cree que "si las dinámicas discriminatorias se producen en los colegios es porque son reflejo de la sociedad en la que viven nuestros jóvenes". Junqueras lamenta las consecuencias del acoso en el colectivo LGTBI, cuyas víctimas son aisladas, bajan su rendimiento, dejan de ir a clase y pueden llegar a suicidarse. "Si tú ves, tienes que actuar", pide Junqueras a los alumnos para instar a que sean los propios estudiantes los que identifiquen los posibles casos de acoso hacia el colectivo LGTBI y no sean sujetos pasivos ante ello, sino que lo cuenten a profesores y familias.