COMARCAS
Leridanos por la muerte digna
Más de 2.600 vecinos de Ponent, cifra récord, tiene firmado que no se les alargue la vida artificialmente
La admisión a trámite en el Congreso de una propuesta del Parlament para despenalizar la eutanasia y una iniciativa del PSOE para regularla han vuelto a abrir el debate y a renovar las esperanzas de quienes luchan por una muerte digna. A día de hoy, 2.623 leridanos han firmado un testamento vital para que no se les alargue la vida artificialmente.
Hay dos propuestas sobre la mesa para despenalizar y regular la eutanasia en España, ¿cree que finalmente será posible?
Es la decimosexta vez que se plantea alguna cosa relacionada, pero es cierto que es la primera que se admite a trámite. Se había discutido, pero siempre había quedado aparcado, así que es un paso muy importante y, aunque no es definitivo, al menos se podrá debatir.
¿Es más optimista esta vez?
Tengo confianza en que las cosas vayan avanzando. Es posible que haya enmiendas y presiones, pero es una reforma que solo puede aportar ventajas. Es una cuestión de mentalidad y de libertad. Se juega con el sufrimiento de la gente y eso es muy triste. Quizás es porque no se ha vivido de cerca o por intereses ideológicos o de otro tipo.
¿Qué le diría a los políticos que tiene ahora la posibilidad de regular por fin la muerte digna?
A la clase política se le tendría que hacer una gran acción pedagógica y mucho diálogo. Tienen que comprender que el hecho de despenalizar la eutanasia no quiere decir que todos tengamos que pasar por ello. Es un derecho de la persona y no obliga al resto. Tienen que tener cuenta esto y que el cuerpo es responsabilidad de cada uno.
Supongo que a la asociación les llegarán personas en situaciones muy límite, ¿no?
Atendemos a personas que sufren mucho y que están al límite, que querrían las cosas de otra manera y buscan ayuda. Enfermos de ELA o de cáncer terminal con un estado vegetativo o mucho sufrimiento. Son personas que desearían acabar esta situación y que hoy en día no es factible.
Mientras no llega la ley, ¿qué papel juega el testamento vital?
Es importantísimo. Es un regalo para uno mismo, para los médicos y la familia porque da tranquilidad. La vida es un derecho, no una obligación. Y cuando ha perdido la calidad y hay un sufrimiento o una enfermedad incurable, se tiene que poder dimitir.