Dos de cada diez jóvenes se sienten deprimidos pero solo uno está diagnosticado
Dos de cada diez jóvenes españoles de entre 15 y 29 años cree tener síntomas depresivos, especialmente las chicas, que superan a los chicos en ocho puntos, un 24,3 frente al 16 %, si bien solo la mitad de ellos ha sido diagnosticado. Lo revela el primer "Barómetro juvenil de vida y salud", realizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y la Fundación Mutua Madrileña, del que se desprende además que, pese a que los jóvenes españoles creen tener un peso por debajo del recomendado, a más de la mitad le gustaría perder peso.
En el estudio se aprecian diferencias de género considerables: del 38,6 % de los jóvenes de entre 15 y 17 años que consideran que su Índice de Masa Corporal (IMC) está por debajo del adecuado, ellas rozan el 50 % y ellos no superan el 15%.
Lo mismo ocurre en la franja 18-29 años: un 56 % piensa que pesa menos de lo recomendado, un 55,9 % chicas y un 17,7 % chicos.
También son ellas las que, a pesar de ello, querrían bajar de peso (64 % frente al 50 %). De hecho, casi cuatro de cada diez siguen o han seguido alguna dieta con este propósito, pero solo el 9 % lo hicieron bajo supervisión médica. "Es una llamada de atención para seguir investigando", ha subrayado la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Anna Sanmartín, quien al ser preguntada por la contradicción entre estos datos y los elevados índices de obesidad infantil y adolescente en nuestro país, ha admitido que los chicos han podido declarar el peso deseado en lugar del real. Y es que la inmensa mayoría, el 88 %, afirma estar preocupado por su imagen externa y quisiera cambiar alguna o muchas partes de su físico.
El 20% de las chicas admitió no estar nada conformes con su aspecto y lo cambiaría todo, una cifra que se reduce al 13 % en el caso de ellos. Datos que contrastan con el hecho de que los alimentos que más dicen consumir son carnes (el 87 % a diario o varias veces por semana) y cereales y leche y derivados (86 %); casi la mitad come dulces y pastelería casi a diario, mientras que el 40 % prueba la fruta una o menos veces por semana. Y con que el 26 % dice no hacer ejercicio y el 38 % solo lo realiza de forma ocasional; en este caso, ellas casi duplican el índice de sedentarismo del de ellos, con un 33 % frente al 18 %.
Otro de los datos que arroja el informe es que el 30% de los jóvenes señala haber sufrido algún tipo de trastorno mental, sobre todo ellas, que les superan en diez puntos (33 % frente a 23 %). De ellos, los más mencionados por los 1.200 jóvenes encuestados son el cansancio y la falta de energía (29 %); problemas de sueño (26 %), los desórdenes alimenticios (23%) o el sentimiento de fracaso (19,3%).
Según los síntomas descritos, el 21,6% presentaría un cuadro de sintomatología depresiva, el 15,3 % moderada y el 6,3% grave, si bien solo la mitad, el 11,4%, habría sido diagnosticado. El diagnóstico por depresión es de hecho el más habitual, por encima de otros trastornos como la ansiedad, pánico o fobias (11,2%) o de sueño (7,2%). Pese a todo ello, solo la mitad solicitó ayuda profesional, principalmente de psicólogos (29%), el médico de cabecera (20,4%) o el psiquiatra (13,6%).
En general, la percepción sobre su salud de los jóvenes españoles, que tienen la tasa de esperanza de vida más alta de la UE, es muy buena, llegando al 87% los que consideran que así es, aunque los indicadores son peores para ellas. De hecho, las jóvenes sufren más dolencias crónicas que ellos (27% y 23%, respectivamente), van más al médico (83% y 73%) y reconocen automedicarse más (63% y 52%).