Flores y tradición marcan el Corpus

Las celebraciones del Corpus en las comarcas leridanas se hicieron ayer con la vista fija en el cielo y, finalmente, la lluvia respetó los actos programados. El color y la tradición fueron los elementos principales de una fiesta bicentenaria que en la ciudad de Lleida celebró este fin de semana 24 años desde su recuperación y con el objetivo de hacer del Corpus una tradición abierta a toda la población y sumar más participación para garantizar su continuidad, sobre todo, entre los más jóvenes. Desde primera hora de la mañana, los ciudadanos pudieron disfrutar de la decena de alfombras de flores que decoraban el Eix Comercial. Al mediodía, la plaza de la Paeria acogió los bailes del àliga, el lleó y los cavallets, ante la atenta mirada de los presentes, que en alguna ocasión tuvieron que abrir el paraguas. Estuvieron acompañados por los grallers y los gegants, además de los músicos. Ya por la tarde, el seguici salió desde la plaza de la Catedral hasta la Paeria, donde volvieron a bailar los elementos tradicionales para clausurar la fiesta. El presidente del Patronat del Corpus de Lleida, Enric Figueres, agradeció ayer el trabajo y la dedicación del centenar de personas que hacen posible la celebración de esta tradición en la ciudad, entre las diferentes agrupaciones. De cara al próximo año, con la celebración del 25 aniversario de la recuperación de la fiesta del Corpus en la capital del Segrià, avanzó que pedirán a la Generalitat la declaración de Fiesta de Interés Cultural. “Una festividad con más de 200 años de historia merece un reconocimiento”, destacó. Asimismo, Figueres señaló que han notado un incremento de las personas que participan en el Corpus, sobre todo el número de catifaires, y que cuentan con gente joven que garantiza el relevo.

La celebración del Corpus se llevó a cabo en múltiples municipios de la provincia y de la Franja. En el Urgell, Tàrrega celebró la tradicional procesión que empezó en el interior de la iglesia de Santa Maria de l’Alba con la escenificación del baile del Àliga, la figura más solemne del bestiario local, tras la misa. La procesión siguió por las calles del centro con los gigantes de La Fal·lera Gegantera y culminó de nuevo en la plaza Major con el ceremonial conocido como “acataments”. Asimismo, diferentes asociaciones y colectivos de Cervera, capital de la Segarra, se encargaron de engalanar la calle Mayor con decenas alfombras con pétalos de rosas, césped recién cortado, serrín teñido y cascarilla de arroz. Por la tarde, tuvieron lugar la procesión y los bailes.

Novell preside el Corpus en Solsona, reivindicativo con los presos políticos

El obispo de Solsona, Xavier Novell, volvió a presidir la celebración del corpus en la capital del Solsonès después de la polémica del año pasado, en la que se ausentó de la fiesta y hubo boicot de la comitiva municipal, excepto el PDeCAT, por sus declaraciones homófobas (al vincular la homosexualidad con la ausencia de la figura paterna). Más de 800 personas siguieron los actos tradicionales de la fiesta en Solsona, como el baile de los gegants y del bestiario tradicional. La lluvia también amenazó durante toda la jornada la celebración de la festividad, pero finalmente se pudo llevar a cabo. Solsona también mantuvo un Corpus reivindicativo, como ya hizo el año pasado con una alfombra a favor del 1 de octubre. En esta ocasión, las gigantes llevaban ramos amarillos en homenaje a los presos políticos y exiliados y en la alfombra del centro se podía leer “Pensem lliures”.