El origen de la agresividad

Investigadores de las universidades de Lleida, la central de Barcelona y Castellón han constatado que vivir en grandes ciudades, consumir cannabis o experimentar abusos durante la infancia son algunos de los factores que favorecen el desarrollo de comportamientos agresivos durante la edad adulta. La investigación se basa en un primer análisis de 1.500 pacientes de esquizofrenia elaborado por la Göttingen Research Association for Schizophrenia, en Alemania, y se complementa con un estudio de la población general en España. Según explica uno de los autores, el profesor de la facultad de Psicología de la UdL, Jorge Moya, el informe determina que “tanto en personas sanas como en personas diagnosticadas con esquizofrenia la probabilidad de convertirse en un adulto agresivo se multiplica por diez en los grupos que presentan dos o más factores de riesgo”. En este sentido, Moya apunta que los factores más significativos son el consumo habitual de cannabis o alcohol y el hecho de haber sufrido abusos físicos o sexuales a una edad temprana. Asimismo, en el caso de los pacientes esquizofrénicos se ha detectado que el estrés de las grandes ciudades también influye en la aparición de este tipo de conductos. Para Moya, los resultados “son fundamentales para detectar precozmente comportamientos violentos, así como para prevenirlos mediante programas específicos que erradiquen el consumo de estas drogas o los procesos traumáticos durante la infancia”.

Los abusos físicos y el consumo de cannabis, factores determinantes ? El investigador y profesor de la facultad de Psicología de la UdL, Jorge Moya, apunta que el consumo habitual de esta droga y los abusos físicos en la infancia son determinantes para la desviación de la conducta. “Se ha demostrado que cualquier conducta de abuso en la infancia puede tener consecuencias directas en el desarrollo de la agresividad, sobre todo en las víctimas de abusos físicos”, explica Moya, añadiendo que “con este estudio también hemos constatado que el consumo de cannabis entre los estudiantes universitarios es habitual y preocupante”.