“Hacerse donante de órganos es tan sencillo como decidir tu voluntad y compartirla”
La coordinadora de trasplantes del Arnau de Lleida dice que muchas familias reconocen en la posibilidad de dar vida a otras personas "el único consuelo posible en unos momentos tan duros”
En el acto del Día del Donante que se ha celebrado este miércoles en el departamento de Salud de Barcelona se ha contado con el testimonio de tres mujeres. La primera mirada es la de Olga, que recibió un trasplante hepático en urgencia 0, prioridad nacional, unas pocas semanas desprendido de dar a luz. Como ella misma relataba, la causa fue una hepatitis fulminante con una esperanza de vida de pocas horas. Después de unas largas semanas de espera, por fin llegó el día: “Siempre recordaré aquel instante en el que la enfermera me dijo que ya tenían un hígado compatible para mí. Fue el día más feliz de mi vida!. Nunca le podré agradecer lo suficiente a mi donante y a su familia... sin ellos yo no estaría aquí”. Tampoco se olvida de los médicos y de las enfermeras que la atendieron en aquellos momentos y que lo siguen haciendo actualmente, especialmente a la doctora Bilbao, que hoy lo ha acompañado en este acto, “me ayuda en todo y siempre que la necesito está, sueldo los mejores”!.
A la Montse, en cambio, le tocó vivir la otra parte, la que definen palabras como shock, rabia, tristeza, negación, valentía, amor, generosidad o consuelo. Palabras que describen unos momentos y unos días que nadie está preparado pervivir. "Perder a Pau, a mi hijo, fue una experiencia de extrema dureza. El dolor más profundo y salvaje que nunca me deparará la vida”. Este acto, dice, “es un pequeño homenaje para ti, Pau, que dejaste este mundo con generosidad y amor hacia los otros". “Tengo grabado a fuego el momento en el que el equipo médico del Hospital de Sant Pau me sugirió la posibilidad de donar los órganos de mi hijo. Fue un momento frío, inhóspito, extraño, nunca me había planteado tener que afrontar una decisión como esta. No quise saber nada. Acceder a la donación de los órganos de Pau suponía afrontar la cruda realidad”, comenta. Pero todo el mundo, en estos momentos, necesita alguna cosa a la cual aferrarse cuando pierde aquello que más estima. “A pesar de la negativa inicial, al cabo de poco tiempo empecé a intuir una pequeña luz, un leve indicio del enorme potencial de consuelo que podría tener para mí, la donación. Decidir dar los órganos de Pau no hará volver a mi hijo en mi lado. Pero saber que su muerte sirvió para que otras personas puedan seguir disfrutando de la vida es el empuje que me anima a seguir luchando cada día.”
El último testimonio del acto ha sido el de la doctora Mariona Badia, coordinadora de trasplantes del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. La médico ha comentado, sobre el consentimiento a la donación por parte de la familias de los donantes, que “algunas personas consideran que es la peor pregunta que te pueden hacer en el peor de los momentos, cuando te acaban de decir que se ha muerto tu ser querido. Y realmente es así, pero no hay otro momento”. No obstante, “la mayoría, cuando conocen que es y como se realiza la donación de órganos y tejidos desaparecen todas los miedos”, comenta. Y añade, “como dice Montse, muchas familias reconocen en la donación de órganos y la posibilidad de dar vida a otras personas, el único consuelo posible en unos momentos tan duros”.
Por este motivo el mensaje que coordinadores de donaciones y trasplantes, y autoridades envían a la población está claro: cuando alguien decida que quiere ser donante, tiene que comunicar su voluntad a familiares y amigos. Así ellos no tendrán que tomar esta decisión, dado el caso, y sólo lo tendrán que transmitir al equipo médico. “Hacerse donante es tan sencillo como decidir tu voluntad de ser donante y compartirla”, concluye.