El catalán, a la baja pero se rejuvenece

El catalán ha perdido cerca de 300.000 hablantes en los últimos quince años, bajando hasta las 2.269.600 personas en en Catalunya. Sin embargo, según el último InformeCAT que publicó ayer la Plataforma per la Llengua, han aumentado un 5% los jóvenes de entre 15 y 29 años que utilizan habitualmente esta lengua. En Lleida, la caída de la natalidad y la llegada de personas de fuera del dominio lingüístico han provocado una perdida de 10.200 hablantes, aunque sigue siendo uno de los territorios con un uso habitual más alto, llegando al 61,9% en Ponent y el 69,1% en el Alt Pirineu y Aran. Asimismo, los municipios de la Franja son los que más utilizan el catalán entre amistades y una de cada dos personas allí, un 62,3% de la población, lo pone en práctica diariamente con los más allegados −en Catalunya solo un 47,6% utiliza el catalán para comunicarse en estos círculos−. En el ámbito empresarial, el 83% de los comercios leridanos respetan los derechos lingüísticos que marca la normativa catalana, por encima de las empresas de Barcelona (56%) y Tarragona (55%). Durante la presentación del informe, el presidente de la Plataforma per la Llengua, Òscar Escuder, hizo hincapié en la importancia de trasmitir este idioma entre padres e hijos, pues “esta tiene que ser la forma más natural de mantener el catalán en nuestras vidas”. Sin embargo, uno de los grandes problemas que detecta la entidad en Catalunya es la infidelidad lingüística, que practican 7 de cada 10 personas al cambiar de idioma cuando detectan que su interlocutor responde en español. Respecto al uso cultural del catalán, el consumo del cine en esta lengua aumentó un 2,7% en 2015, aunque aún se mantiene a niveles muy bajos. Se ha detectado también un aumento de usuarios de la televisión, las revistas y el teatro en catalán, aunque la radio en este idioma se sitúa como la más escuchada, siguiendo una tendencia al alza hasta el 68,7% de oyentes.

El uso del idioma, más preocupante que el número de hablantes Según el doctor en filología de la Universitat de Lleida, Ramon Sistac, los resultados del informe están relacionados con la baja tasa de natalidad y la llegada de población extranjera. En este sentido, Sistac resalta que “el catalán sigue siendo una lengua que se trasmite de padres a hijos, por lo que no es tan preocupante el número de hablantes como la disminución del uso de esta lengua”. Para que el uso del catalán siga al laza propone unas políticas lingüísticas “potentes” que refuercen su uso en las escuelas. “Más allá del uso privado que se le dé a la lengua y la buena integración social, el catalán sigue teniendo una presencia muy baja en determinados escenarios cotidianos. Por poner un ejemplo, con el nuevo modelo educativo y con el objetivo de favorecer la participación entre los más pequeños, los profesores optan muchas veces por utilizar en sus clases el idioma que hablan la mayoría de alumnos”, explica Sistac.