La desigualdad de género afecta a la salud de las mujeres

La Enquesta de Salut de Catalunya (ESCA) 2017 reflejó ayer una realidad que afecta a muchas mujeres catalanas: tienen unos hábitos de vida mucho más saludables que los hombres, pero su salud es bastante peor debido a factores relacionados con la desigualdad y el género.

Lo mismo sucede con los niveles de alfabetización, economía y nivel social. Las mujeres encabezan la lista de ciudadanos que se enfrentan a la atención primaria con menos recursos y menos formación para entender sus patologías y sus recetas. De hecho, un 18.5% de mujeres fuma, mientras que un 29.7% de hombres lo hacen, algo que evidencia los buenos hábitos femeninos. No obstante, ellas tienen una mayor predisposición a sufrir problemas psicológicos crónicos: un 8.8% femenino, frente a un 3.6% masculino sufre depresión grave. Sin dejar de lado las personas ancianas, de quienes 3 de cada 4 viven solas y son mujeres de más de 75 años con dificultades económicas. Respecto a los menores, los niños (33.6%) disfrutan de un ocio más activo que las niñas (28.7%).

Pese a llevar una vida saludable, las mujeres son menos conscientes de su estado de salud con la edad

En Lleida, las personas con problemas de salud crónicos alcanzan un 30,5%, el menor porcentaje respecto al total de Catalunya. Mientras que en los hábitos alimenticios, un 70.5% de los leridanos sigue una dieta mediterránea. La satisfacción de los de Ponent en la atención sanitaria es de un 94.1%, cuando en Catalunya es del 90% sin considerar diferencias de género. Alba Vergés, consellera de Salut, propuso la perspectiva de género como punto clave para abordar las políticas de salud. Igual que los factores sociales, económicos y de alfabetización, que enfatizan las desigualdades ya existentes.

Vergés presentó ayer en Barcelona los resultados de la ESCA 2017, acompañada por Joan Guix, secretario de Salut Pública, y Cristina Nadal, directora del Àrea d’Atenció Sanitària del Servei Català de la Salut (CatSalut).