TRADICIONES PREPARATIVOS
Sant Joan, a la vuelta de la esquina
Ponent ultima los detalles para el sinfín de verbenas previstas, como el Mon Amour de Mollerussa y la Ancesa Jove de Aitona || Precaución con hogueras y petardos, prohibidos en zonas boscosas
La noche más corta, la más mágica, la del solsticio de verano está a la vuelta de la esquina. Cuando faltan solo dos días para que se celebre, este sábado, los municipios leridanos ultiman los preparativos para que nada o muy poco se deje a la improvisación en la infinidad de verbenas populares previstas. Arrancarán mañana mismo con el MonAmour Mollerussa Summer Festival en el Parc de la Serra de la capital del Pla, certamen que recupera el concepto Monamour que se celebraba en Pascua. Actuarán entre mañana y el sábado Macaco, Marky Ramone, Els Amics de les Arts y Amparanoia, entre otros. La música también será protagonista en la cuarta Ancesa Jove, la verbena mancomunada por una docena de asociaciones juveniles del Baix Segre, que este año se hará en Aitona. En Les Borges Blanques, la Placeta del Terrall será el escenario de la llegada motera de la flama del Canigó, seguida del manifiesto y sesión de baile. Tàrrega, por su parte, ampliará las actividades, ya que al tradicional concierto en Can Colapi se sumará una cena nostálgica en el Càmping Municipal. En la capital de Ponent, el reparto de la flama se hará este año desde la Paeria y, por el momento, ya hay tres hogueras autorizadas. También está prevista la que ya se ha convertido en una tradición en los últimos años, la fogata de la Seu Vella, y el Festival de l’Horta (más información en página 50). En la montaña, además de las numerosas fallas que llenará de fuego el Pirineo, la celebración del 25 aniversario de Els Diables de l’Alt Urgell marcará el solsticio en La Seu con juegos, hoguera y la actuación de Dj’, entre otros. En Bellpuig, la Penya Ciclista Pedal repartirá la llama por la Segarra y el Urgell como lleva haciendo desde 1991, pero este año con récord de ciclistas, 33. En Agramunt, habrá hoguera en la plaza de la Fondandana y no faltará la fiesta en Cervera, una cena popular en Torà y conciertos en Guissona. Diversidad de propuestas con un denominador común, la precaución con las hogueras y, especialmente, con los petardos. Las primeras no pueden hacerse sin autorización y tanto unas como otros no pueden encederse en zonas boscosas.
Catorce casetas de petardos autorizadas este año en Lleida
Los petardos son otro de los clásicos de Sant Joan. Lleida cuenta, desde el 17 de junio, con 14 casetas de pirotecnia, sin olvidar puestos como el de Ramonina en la Bordeta, quien explicó que la venta de petardos es similar a la de otros años. Para esta verbena, los más vendidos son los Megatrons 10, Super XL y Rompe vidas, por lo que respecta a ruidosos, y los Castellers, Fuente Blanca y Patum, en color. Cada modelo implica una serie de consejos que deben conocerse para evitar heridos, algo explicado por los vendedores, pero que también se afronta desde Protección Civil y los Serveis Territorials de Interior de Lleida con iniciativas como la que ayer acogió el colegio Pràctiques I, en la que alumnos de 5º y 6º de Primaria disfrutaron de un espectáculo de Mil Notes Teatre, que intentó concienciarles sobre el uso adecuado de los petardos. Montse Messeguer, directora de los Serveis Territorials, y Valentí Sala, responsable de Protección Civil, destacaron la importancia de este evento, que se celebra anualmente, para concienciar a las familias, sin dejar de lado la comunicación entre Interior y los ayuntamientos de la provincia de Lleida, a los que se marca las pautas para un Sant Joan seguro. Estas medidas se tradujeron, el año pasado, en 0 incidencias en la demarcación. El balance no resulta tan positivo por lo que respecta a los animales domésticos y su relación con los petardos. Danae y Sara, dependientas de la tienda Relamidos de la plaza Paeria, explicaron que los animales sufren mucho estrés durante la noche de Sant Joan, pero no existen iniciativas para concienciar a los ciudadanos aficionados a la pirotecnia, solo consejos de actuación para los dueños. Las clínicas veterinarias se convierten en un dispensador de ansiolíticos y muchas familias ven condicionada la noche para evitar el sufrimiento de sus mascotas.