OCIO GASTRONOMÍA
Paella para 1.000 'agramuntins'
Agramunt sirvió ayer una paella gigante para 1.000 personas. Se trata de una iniciativa histórica que un grupo de voluntarios llevan a cabo desde hace 35 años, apostando por esta tradición que nació a orillas del río Sió por Sant Joan. El montaje comienza horas antes de que lleguen los maestros paelleros. Sobre las 9 de la mañana los primeros vecinos llegan para dejar su bolsa con la cazuela apoyada en la pared del patio donde se elaborará el ágape. Lo llaman la tanda y se dibuja todo un rosario de bolsas que dan la vuelta a la manzana. Luego, por riguroso orden, sus propietarios irán recogiendo la bolsa y entrando a buscar el arroz.
Aquí la paella tiene su propio estilo, con pollo, conejo, garrofó y bachoqueta, que conforman el acompañamiento de la versión clásica del producto valenciano. No faltan la costilla de cerdo, los langostinos, la sepia, los calamares, los mejillones y las verduras picaditas a base de pimientos, cebolla, guisantes y ajo. En total más de 280 kilos de acompañamiento que se funden con 200 kilos de arroz y 250 litros de agua. En total, una paella para 1.000 personas que se mueve con la ayuda de una carretilla elevadora. Originariamente, los vecinos la comían de forma comunitaria llenando el paseo Josep Brufau. Sin embargo, desde que se cortaron varios árboles, muchos vecinos se llevan la comida para casa. Cada ración cuesta cinco euros y este año se ha decidido destinar un euro a los programas sociales de Cruz Roja, entidad con una larga tradición en la localidad.
La paella está formada por 200 kilos de arroz y 280 kilos de pollo, sepia y otros muchos ingredientes
Para encontrar el origen de la fiesta hay que remontarse a 1982, cuando la agrupación de escoltes realizó un encuentro en Agramunt que reunió más de 600 jóvenes. Los padres cocinaron una gran paella. Dos años más tarde, se decidió repetir la experiencia abriendo la fiesta a toda la población y comenzando una tradición que se mantiene viva todavía hoy.