El Orgullo alerta de más agresiones

La necesidad de luchar contra la LGTBI-fobia, el acoso escolar por orientación sexual o identidad de género y la falta de más derechos sexuales y reproductivos para el colectivo fueron algunas de las reivindicaciones presentes en el manifiesto que el colectivo Colors de Ponent leyó ayer en la plaza de la Paeria, ante un centenar de personas. Las denuncias de los miembros por agresiones en 2017 (111) aumentaron respecto a 2016 (84), algo que motivó a la Federació Comisió Unitària 28J a redactar en el documento la voluntad de luchar contra la LGTBI-fobia. La federación, formada por entidades catalanas del colectivo, también denunció en el texto la poca implicación de los organismos institucionales en el seguimiento de las denuncias y solicitó una mejora de las políticas LGTBI. Por otro lado, la necesidad de mejorar y facilitar las condiciones de acogida de personas refugiadas del grupo, así como su acompañamiento afectivo, fue la nueva reivindicación del manifiesto. Estas personas “se han ido de su país por agresiones recibidas al formar parte del colectivo, y en Catalunya se las recibe, pero en poco volumen y con medidas muy precarias”, según Maria Capell, presidenta de Colors de Ponent.

Entidades de Lleida y província, como el Lleida Esportiu, el Força Lleida y los ayuntamientos de la capital, de Tàrrega, Solsona y otras localidades, se sumaron a las reivindicaciones del Orgullo mostrando los colores de la bandera del grupo. Colors de Ponent seguirá con las actividades de su semana de visibilidad hasta mañana sábado, día en el que se realizarán una serie de actividades culturales y de ocio en el patio de La Panera.

Solo una multa en Lleida por homofobia La dirección general deIgualdad del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias solo ha impuesto siete multas desde 2014 en el marco de la ley aprobada ese año para garantizar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales y para erradicarla homofobia. Una de ellas en las comarcas leridanas, la que sancionó con 417 euros a un profesor del instituto Gili i Gaya de Lleida que afirmó en clase de Filosofía que ser homosexual es antinatural.