'Me exilié cuando me condenaron a ocho años de cárcel'

Tenía solo 20 años la primera vez que entró en prisión. Pero no fue la última. El vecino de Lleida Tomás Chicharro, líder sindicalista durante los años del franquismo, fue uno de los represaliados por la dictadura de Franco. Estuvo tres años en prisión, hasta que en 1969, cuando le sentenciaron a cumplir más de ocho años de prisión, se exilió a Francia, país en el que vivió ocho años hasta la muerte del caudillo. Chicharro, originario de Barcelona y residente desde hace dos años en Lleida, donde vive su hermana, es uno de los cerca de 22.500 catalanes que han recibido una indemnización de la Generalitat por sus años privados de libertad por decisión del régimen franquista. “La primera vez que me condenaron fue en el 62. Estuve en la cárcel de la Modelo un mes hasta que me trasladaron a la prisión de Carabanchel, donde me sometieron a un consejo de guerra en la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid.

Me condenaron a un año, que cumplí en el penal de Soria, donde enviaban a los rojos separatistas”, explica Tomás. En mayo del 63 salió de la cárcel e hizo el servicio militar. En el 66 volvió a cumplir un mes de prisión en La Modelo y un año después le volvieron a arrestar durante una huelga. Estuvo otro mes y medio en prisión hasta que quedó en libertad provisional a la espera de sentencia. Cuando esta llegó fue demoledora. El Tribunal de Orden Público le imponía más de 8 años de prisión. “Mis compañeros del sindicato me sacaron. Me ayudaron a huir a París con un pasaporte falso. Crucé los Pirineos y ya no volví hasta que murió el dictador”, remomora Tomás. Solo tenía 27 años cuando tuvo que abandonar Catalunya.

En Francia se acogió a la condición de refugiado político, colaboró con el casal de Catalunya en París y formó una familia. “Cuando la dictadura te condenaba a prisión también cortaba todas tus iniciativas profesionales o artísticas. Yo estuve en el primer equipo del Barça de atletismo y el mismísimo club le pidió a Franco mi libertad. Nunca le contestaron”, cuenta. En total, Tomás cumplió 435 días de prisión, tiempo que le valió para recibir una indemnización de 2.430 euros.

Aunque admite que el Govern se ha movilizado para reconocer a las víctimas, considera que llega tarde, ya que tendría que “haber sido algo implícito en la transición, como lo fue la amnistía para los asesinos”. La dictadura franquista sometió a juicios políticos a cerca de 11.000 leridanos, de los que 400 acabaron siendo ejecutados en unos procesos que la Generalitat declaró nulos en 2017.