EMERGENCIAS BALANCE
Dos décadas de una tragedia
El próximo miércoles se cumplen 20 años del fuego que arrasó 27.000 hectáreas en el Solsonès, la Segarra y otras comarcas || Obligó a establecer protocolos y a mejorar la coordinación
El próximo miércoles se cumplirán 20 años del incendio que arrasó 27.000 hectáreas en varias comarcas del centro de Catalunya, entre ellas la Segarra y el Solsonès. Un suceso que cambió la forma de entender y de actuar ante los fuegos forestales. Nunca hasta entonces las llamas habían alcanzado una intensidad tan agresiva a causa de la gran cantidad de viento y combustible. Tras ese incendio, las intervenciones y protocoles pasaron a ser interdepartamentales, surgieron los Grupos de Actuación Forestal (GRAF) de los Bomberos, se activó la prevención y se puso en marcha el Centre Tècnològic Forestal de Catalunya (CTFC). Este cambio de modelo se explicó ayer en una jornada convocada por el consell comarcal del Solsonès en el entorno del santuario del Miracle y en la que participaron técnicos del CTFC, del GRAF, Rurales y Bomberos
Marc Castellnou, responsalbe de los GRAF, explicó que “cambió un concepto clave: se pasó del binomio fuego y bomberos a implicar a la agricultura, el medio ambiente y el territorio”. Por su parte, el investigador del CTFC Eduard Plana añadió que aquel incendio fue un impulso decisivo para las Asociaciones de Defensa Forestal (ADF), que implicaban a la gente del territorio de forma directa en las actuaciones. La coordinación pasó a ser el elemento principal. Pese a ello, también cabe destacar que las circunstancias que rodearon ese incendio (viento, sequía, otros fuegos simultáneos, mucha masa forestal,...), harían que ahora tampoco se pudiera controlar. Marc Castellnou afirmó que “las llamas alcanzaron los 60kw/m y los bomberos solo podemos garantizar una actuación a 10kw/m”. Sin embargo, según el responsable de los GRAF, hoy sí se podría “dirigirlo de mejor forma y evitar que arrasara de forma arbitraria”.
Los expertos también coincidieron en señalar otras circunstancias que complican la extinción de los fuegos forestales como son el aumento de los cultivos cerealísticos, el abandono de las tierras agrícolas y forestales y que no hay ganado que elimine el bajo bosque como sucedía décadas atrás.