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Contra el calor, Transsegre
Las embarcaciones llegaron ayer a Balaguer y vecinos y turistas las recibieron en la canalización || Organización y ayuntamiento estudian mantener la fiesta el segundo fin de semana de julio
Los navegantes de la Transsegre combatieron ayer los más de 35 grados que se registraron ayer en Balaguer con una gran ‘guerra’ de agua. Las primeras tres barcas que completaron el segundo tramo, tras la jornada del sábado, hasta la capital de la Noguera estaban tripuladas por vecinos de Balaguer, Banyoles y Solsona. Entre los tripulantes se encontraba una mujer de más de 70 años, que remaba junto a sus compañeros, mientras que dos jóvenes más valientes se atrevieron a entrar en el Segre con un colchón hinchable.
La consellera de Justicia, la leridana Ester Capella, visitó la Transsegre y aseguró que esta fiesta “ayuda a poner a Balaguer en el mapa” y “dinamiza la economía de la ciudad”, y remarcó que esta 34 edición estuvo marcada por la reivindicación de los participantes, que pedían la libertad de los “presos políticos”.
El alcalde, Jordi Ignasi Vidal, explicó que el ayuntamiento está valorando llevar a cabo un estudio sobre el impacto económico de la Transsegre. Asimismo, el consistorio y la organización de la fiesta debatirán mantener la celebración en las mismas fechas de este año, que se ha aplazado para no coincidir con el Canet Rock y por el elevado caudal del río esta primavera. La presidenta de la Transsegre, Gemma Guarné, apuntó que esta edición ha sido una de las que ha reunido a más personas en los actos programados y señaló que estudiarán implantar un nuevo recorrido, porque la bajada de ayer fue más corta de lo habitual (en lugar de salir del partidor de Gerb, las barcas partieron de la confluencia del Sió con el Segre) y permitió “ganar en seguridad”.
El premio a la embarcación más original fue para ‘La Ramona’, que simulaba un tractor. A Balaguer llegaron la mitad de embarcaciones que el sábado, cuando fueron 230 y 1.800 aventureros.