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Un civil víctima de un obús, el primer cuerpo identificado
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Las pruebas de ADN llevadas a cabo en uno de los cuerpos exhumados en El Soleràs dio el viernes el primer positivo del programa de identificación genética gestionado por Memorial Democràtic. Se trata de Leandro Preixens Torebadella, un vecino de aproximadamente sesenta años que estaba construyendo un refugio para salvaguardarse de los bombardeos cuando le alcanzó un obús (ver testimonio de Josep Maria Ruestes). “El hallazgo de estos restos pondrá El Soleràs en el mapa y hará que salgan a la luz las historias de una época de la que cuesta hablar. Porque este es el objetivo de la memoria histórica: aprender de los errores del pasado para no volverlos a repetir”. Así se expresó el alcalde de esta localidad de Les Garrigues, Jordi Segura, quien aseguró que “se dejó de hablar de este tema y las siguientes generaciones no sabíamos que en el viejo cementerio había una fosa de estas características”. El proyecto de investigación comenzó hace cerca de un año y medio, “cuando un vecino de Maldà −Josep Maria Farré− acudió al ayuntamiento asegurando que allí había enterrado un familiar suyo que murió durante la Guerra Civil. Fue entonces cuando nos pusimos en contacto con Memorial Democràtic y en apenas unos meses empezaron las excavaciones”, apunta Segura. “A partir de este descubrimiento han empezado a salir las historias de vecinos cuyos familiares trabajaron en el hospital militar o enterraron a los muertos de esta fosa común, personas mayores que te explican sus recuerdos y experiencias”.
el soleràs
Un equipo de arqueólogos ha hallado los restos de cerca de 141 soldados de ambos bandos y cinco civiles que murieron durante la Guerra Civil y fueron enterrados en una fosa común situada en el viejo cementerio de El Soleràs, convirtiéndose así en la mayor zona exhumada hasta ahora en Catalunya. La mayoría de cuerpos corresponden a soldados republicanos que fallecieron en un hospital de campaña instalado en esta localidad, aunque también hay 25 del bando nacional y algunos civiles que perecieron en el bombardeo del 24 de diciembre de 1938. La antropóloga directora de la excavación, Anna Camats, explicó que por el momento hay cinco individuos que tienen posibilidades de ser identificados: un soldado nacional de Burgos, otro republicano de Maldà y tres civiles. “Los rasgos físicos descritos por los familiares y los datos que hemos recopilado durante la excavación, como la edad y los tratamientos quirúrgicos, nos hacen pensar que podría tratarse de las mismas personas” apuntó Camats, a la espera de los resultados de las pruebas genéticas para identificar definitivamente los cuerpos. El Soleràs fue un punto estratégico durante los meses de julio y diciembre de 1938, cuando se instalaron en la localidad dos hospitales que atendían a los republicanos heridos en la batalla del Ebro y el frente del Segre. Cuando la zona cayó en manos del ejército nacional en enero de 1939, este bando aprovechó la misma fosa para enterrar sus soldados muertos en la batalla de Les Garrigues. La excavación, impulsada por el Pla de Fosses de la Generalitat, se inició el 16 de octubre del año pasado y en siete meses ha conseguido exhumar los restos de las ocho zanjas. “Primero tuvimos que retirar el estrato superficial, un proceso bastante largo si tenemos en cuento que se un cementerio viejo −está en desuso desde principios del siglo XX− y había mucha tierra acumulada. Después de diferenciar los restos que pertenecían a la Guerra Civil, empezamos a diferenciar cada uno de los cuerpos y coger muestras genéticas para poder identificarlos más adelante”, explicó la antropóloga. La mayoría son hombres jóvenes y en algunos casos se hallaron evidencias de amputaciones y restos de vendas, así como balas, metralla y mantas con las que fueron envueltos. A pesar de tener tan solo cuatro años cuando terminó la guerra, Adelaida Guiu, una vecina de El Soleràs, recuerda con claridad algunos de los episodios más duros de la guerra. “Siempre llevaban los muertos al viejo cementerio cuando era de noche, en un carro tirado por una mula. Mi madre nos decía a mis hermanos y a mí: ‘¡venga, vamos para casa que pasa el carro de los muertos!’”, explicó la mujer, al mismo tiempo que añadió que “había un hospital de sangre y otro para los enfermos”.
corbera d’ebre
La iglesia del Poble Vell de Corbera d’Ebre, destruida durante los bombardeos de 1938, acogió ayer la conmemoración del ochenta aniversario de la batalla del Ebro, un acto emotivo encabezado por el President Quim Torra y la consellera de Justicia, la leridana Ester Capella. “En tan solo un año hemos multiplicado por cuatro el número de personas desenterradas desde la transición. Estamos en deuda con estas personas. Las tenemos que recuperar, dignificar y recordar. Lo tenemos que hacer para curar las heridas colectivas y cerrar su duelo”, reivindicó Capella después de visitar el poblado en ruinas y el Centre d’Interpretació 115 dies, que gestiona el Consorci Memorial dels Espais de la Batalla de l’Ebre. Por su parte, Torra apuntó que “hemos ganado el derecho a la memoria, pero también hay que ganar el de la justicia”.
El acto, organizado por el departamento de Justicia de la Generalitat en colaboración con la Associació del Poble Vell de Corbera d’Ebre y el ayuntamiento de este municipio de Tarragona, también incluyó un homenaje a algunos de los supervivientes de este episodio bélico.
Abren catorce fosas de la Guerra Civil en Catalunya ? El Pla de Fosses que inició la Generalitat a principios del año pasado ha permitido abrir ya catorce fosas comunes para analizar los restos y devolverlos a sus familiares. Entre estas se encuentran las de Figuerola d’Orcau, Vilanova de Meià, Soses y L’Albagés. En Catalunya, hay 505 fosas de la Guerra Civil localizadas, de las que se han excavado 38 hasta el pasado mes de mayo.