Estudian bajar a 80 km/h el límite en vías secundarias
Trànsit se plantea bajar la velocidad máxima de 90 a 80 kilómetros por hora en las carreteras secundarias con el objetivo de reducir la mortalidad al volante. Así lo apunta el director del Servei Català de Trànsit, Juli Gendrau, quien asegura que estudian replicar la medida que entró en vigor en Francia hace apenas un mes para evitar entre 350 y 400 muertes al año en accidentes de tráfico.
Y es que durante el año pasado se produjeron 1.067 accidentes mortales en vías interurbanas, en los que fallecieron 1.200 personas y 4.837 resultaron heridas hospitalizadas, lo que supuso un aumento del 3% en lo que a accidentes mortales y fallecidos se refiere y una disminución de un 6% en lo relativo a heridos hospitalizados, según los datos de la Dirección General de Tráfico.
A pesar de este repunte, la cifra de fallecidos sigue por debajo de los registrados en 1960, primer año del que se tienen estadísticas, cuando hubo 1.300 muertos, con un escenario de movilidad absolutamente distinto −en 1960 había un millón de vehículos y en 2017 el parque automovilístico es de casi 33 millones−.
En este sentido, la DGT apunta que “a pesar de que España sigue siendo uno de los países más seguros en carretera tanto del mundo como de Europa, tenemos que seguir haciendo grandes esfuerzos entre todos para reducir las cifras de siniestralidad”. Con estas cifras, la accidentalidad en carretera se mantiene en el promedio diario de víctimas mortales, que ha pasado de los 11,6 muertos diarios en carretera en 2000 a los 3,3 fallecidos diarios en 2017.
Las distracciones, muchas veces relacionadas con el teléfono móvil, son la causa del 25% de los accidentes mortales. En la lista de principales causantes de la mortalidad viaria también se encuentran el consumo de alcohol y el exceso de velocidad, por lo que aseguran que “todo lo que sean medidas para reducir la mortalidad, nos parece bien”.