TRADICIONES FESTEJOS
Los ‘rais’ vuelven a surcar el Segre
Coll de Nargó celebró ayer la XXIX Baixada de Raiers con una veintena de participantes y 400 visitantes || La fiesta revive este antiguo oficio, que transportaba la madera desde la montaña
Los rais descendieron ayer por el Segre como era habitual a principios del siglo pasado para transportar la madera desde la montaña hasta el mar. Lo hicieron en Coll de Nargó durante la celebración de la Baixada de Raiers, una fiesta que revive este oficio perdido y que en esta edición número 29 consiguió recorrer hasta tres kilómetros. Àlex Ferré, presidente de la Associació dels Raiers de la Ribera del Segre, celebró que “aunque en un principio solo teníamos previsto descender 500 metros, el buen tiempo y el abundante caudal del río nos ha permitido hacer cerca de tres kilómetros hasta Els Clops de Fígols”, al mismo tiempo que explicó que 20 raiers habían construido y navegado las dos construcciones de madera. Ferré también hizo hincapié en el éxito de visitantes, unas 400 personas que, además de seguir de cerca la recreación, pudieron fotografiarse junto a los rais en la meta final. Se trata de barcas formadas por tres tramos de diez vigas cada uno, con un peso total de una tonelada. De ahí la importancia de la velocidad y el caudal del agua. Pero los festejos en Coll de Nargó no acabaron con la bajada de los raiers a media mañana. Otro de los platos fuertes de la jornada fue la tradicional ofrenda a la dona del raier, pues desde la asociación tienen claro que “eran las mujeres las que se encargaban de la crianza de los pequeños y de las labores del campo mientras sus maridos estaban fuera de casa transportando la madera, por lo que también debemos recordar su esfuerzo”. Tras la comida popular en la plaza del ayuntamiento, un espacio con juegos de madera tenía previsto hacer las delicias de los más pequeños, que también participaron con sus padres y abuelos en esta centenaria tradición.
La Baixada de Raiers del próximo año será especial y la organización ya tiene la vista puesta en el programa de actividades del que será el treinta aniversario de la fiesta. Para celebrarlo, desde la Associació dels Raiers de la Ribera del Segre estudiarán poder alargar los actos más de un día, así como incluir algún concierto o exposición que dé a conocer este antiguo oficio. Los raiers perduraron hasta el primer tercio del siglo XX, cuando el transporte por carretera se empezó a imponer y la construcción de los primeros pantanos hacía muy difícil continuar surcando los ríos. Las primeras bajadas se solían hacer entre febrero y marzo y se alargaban hasta junio. Un oficio que llegó a ocupar al 90 por ciento de los vecinos de esta localidad.