El Festival de Contes de Tiurana crece con más de seiscientos asistentes

Más de 600 personas pasaron ayer por la novena edición del Festival de Cuentos de Tiurana. Entre las novedades de este año, los juegos de madera Festa i Fusta en la plaza del Pou que sirvieron para pasar los ratos entre espectáculo y espectáculo y también para deleitar a los más curiosos e imaginativos con sus propuestas de enigma.

Aunque a primera hora costó arrancar, después los espectáculos se llenaron de público familiar que asistieron a un cuento de sombras chinas o a la historia de amor de Biel y Marta con el chocolate como hilo conductor y bajo el título Un petó de xocolata, de Ricard Bertran, con ilustraciones de Serafina Balasch.

Al finalizar el cuento, se repartió a los asistentes coca y chocolate a la piedra de Agramunt. Una de las apuestas del festival es lpotenciar el talento y los productos de proximidad. “El festival es una manera de proyectarnos como pueblo.

Es una fiesta con un plus de cultura y mirando a los más pequeños. Aunque este año incluimos el sábado un taller dirigido a adultos, en el que pudieron descubrir el cuento como una herramienta para conectar con los niños”, explicó Àngel Villarte, el alcalde de Tiurana.

Los espectáculos y juegos se repartieron por todo el pueblo, donde también hubo paradas de libros

De cara al próximo año, que el festival llega a su décima edición, Villarte aseguró que “planearemos algo especial, tal vez querremos contar con artistas destacados y rindamos homenaje a los participantes, asistentes y organizadores de estos años con una exposición”.

Aprovechando el crecimiento progresivo de asistentes año tras año al certamen de cuentos, el consistorio de Tiurana estudiará continuar con la apuesta de este año de empezar la celebración del festival el sábado por la tarde y seguir el domingo por la mañana.