Lleida aún debe recuperar 20.500 empleos perdidos durante la crisis
Las grandes cifras de la economía apuntan a que ya se puede considerar superada la crisis económica. Sin embargo, siguen quedando cicatrices como la del empleo. En las comarcas de Lleida aún quedan por recuperar 20.500 empleos que se perdieron durante los años de recesión.
El Instituto Nacional de Estadística cifra en 186.300 las personas ocupadas en las comarcas de Ponent en el segundo trimestre del año, mientras que en las mismas fechas de 2008 la cifra de leridanos con ingresos por tener un trabajo se elevaba a 206.800.
La crisis económica ha tenido un carácter global, pero en España ha contado con características propias, como la del estallido de la burbuja del sector inmobiliario. La construcción ha sido uno de los grandes damnificados de la recesión y eso explica que sean los hombres lo que más empleos han perdido.
La ocupación masculina debe aún recuperar 15.400 puestos de trabajo en Ponent, frente a los 5.100 empleos destruidos en el caso de las mujeres. Los últimos datos de Estadística cifran la ocupación masculina en 103.300 trabajadores y la femenina en 83.000, mientras que una década atrás las cifras se elevaban a 118.700 y 88.100, respectivamente.
Lleida registra, porcentualmente, la mayor tarea por delante en materia laboral de toda Catalunya. El empleo perdido en la provincia representa un 9,9%, frente al 9,3% de Tarragona, el 7,6% de Barcelona y el 4,5% de Girona.
Además, se encuentra en el puesto número quince en el caso del Estado. Los peores resultados corresponden a Ourense (18,5%), Castellón (17,6%) y Ávila (16,9%). En la provincia de Huesca, son 13.600 los empleos a recuperar, lo que supone que los puestos de trabajo desaparecidos en esta década representan el 12,5% del total.
En el conjunto de España, el promedio es de un 6,3% y 1,302 millones de empleos. En el conjunto del Estado, solo hay cinco provincias que han mejorado su situación laboral en estos diez años.
Son el caso de Baleares, Málaga, Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, todas ellas con un marcado peso del sector turístico, y Guadalajara, cuya economía se beneficia de la cercanía a Madrid