Balaguer entierra a Ermengol X

La capital de la Noguera revive este fin de semana su pasado histórico con la celebración de una nueva edición de la Harpia, una fiesta que trasforma el Parc de la Transsegre en un campamento medieval con cerca de 150 recreacionistas que representan diferentes escenas de la vida cotidiana de aquella época. Los talleres y los juegos tradicionales han hecho las delicias de pequeños y mayores, que hasta mañana pueden transitar por un mercado artesanal con más de cien paradas, animado por juglares y espectáculos de danza. Sin embargo, el acto más esperado de la jornada llegará a última hora la tarde con la celebración del primer cortejo funerario del conde Ermengol X desde el asentamiento en el margen del río. Está previsto que decenas de personas escolten el féretro e iluminen las calles con sus antorchas hasta la plaza Mercadal, donde el escribano de la corte leerá la última voluntad del conde. Será allí también donde la Harpia, una figura mitológica del bestiari de la ciudad, pondrá fin a la ceremonia funeraria con un espectáculo pirotécnico a cargo de los diables Bèsties Feréstegues de Balaguer. Por la noche, el grupo de recreación Lobos Negros tiene previsto poner el broche de oro de la jornada con el espectáculo itinerante La processó de la santa mort. Y es que este año por primera vez los actos de la fiesta medieval tienen como hilo conductor la muerte. Aunque la celebración comenzó ya el viernes con una visita teatralizada al centro histórico, el festejo continuará durante todo el día de mañana domingo con los talleres de oficios antiguos, las demostraciones de escenas de la vida cotidiana, los pasacalles musicales y los contacuentos para los más pequeños. Entre las muchas propuestas lúdicas destaca también la recuperación de La Galop, la danza autóctona en plaza del Museu de la Noguera, así como el Safareig a la Reguereta.