El Registro Civil inscribe a 38 niños con el apellido materno delante

Las inscripciones en el Registro Civil de recién nacidos con el apellido de la madre en primer lugar ya no son algo extraño en Lleida. Aunque no es ni de lejos la opción mayoritaria, cada vez son más las parejas que optan por esta elección por motivos diversos. Y desde hace algo más de un año lo tienen más fácil porque entró en vigor la reforma del Registro Civil en junio de 2017 que ya no prioriza el apellido paterno de forma sistemática, si no que debe haber un consenso entre los padres y mirar por el bien del pequeño.

Según los datos facilitados por el ministerio de Justicia a este diario, desde junio de 2017 hasta este mes de septiembre 38 parejas leridanas han inscrito a sus bebés en el Registro Civil con el apellido materno antes que el del padre. Una opción que se prevé que vaya al alza. Entre junio y diciembre del año pasado, en los seis primeros meses de vigor de la reforma, 17 parejas leridanas optaron por la anteposición del apellido de la madre, siendo junio el mes con más inscripciones, hasta cinco. En cuanto a este año, hasta la fecha se han inscrito 21 recién nacidos con el apellido materno en primer lugar en las comarcas de Ponent. Por meses, enero y agosto registraron más casos, con cuatro cada uno, mientras que, de momento, en septiembre no se ha inscrito ninguno.

La opción de prevalecer el apellido de la madre ha ido aumentado en los últimos años en Lleida, pese a que solo representan el 0,7% de los nacimientos. En 2016, la cifra se dobló en la provincia en comparación con los últimos seis años, pasando de solo 15 en 2010 a un total de 36. Los padres pueden elegir el orden de los apellidos de sus hijos desde 1999, siempre que la decisión sea de mutuo acuerdo. En caso de no haberlo, prevalecía el apellido paterno, algo que cambió con la reforma del Registro Civil de junio de 2017. Desde entonces, a los padres se les pregunta por el orden de los apellidos y, si no se ponen de acuerdo, el encargado del Registro Civil será quien decida, atendiendo al interés del menor. De esta forma, se deberán evitar malsonancias, potenciar los apellidos menos comunes o, directamente, se hará por orden alfabético o por sorteo.

«Queremos preservar un apellido pallarés»

Familia Bellera Abella. Esterri d'Àneu

Inma Bellera y Jordi Abella son una pareja del Pallars con dos hijos, Àssua y Genís Bellera Abella, que optaron por la anteposición del apellido materno antes de la reforma del Registro Civil. “Lo tuvimos claro desde el principio; el apellido de la madre tiene tanta importancia como el del padre y, además, Bellera es un apellido originario del Pallars del siglo XVI que no queremos que se pierda”, explica la familia. La madre, además, se llama Bellera también de segundo apellido y su familia es de casa Bellera, del núcleo de Caregue (Rialp). “Con más motivo queríamos preservar el apellido Bellera, en homenaje al Pallars”, aseguran.

Catalunya lidera esta opción con 435 bebés con el apellido de la madre

Catalunya es la autonomía en la que más bebés se inscriben con el apellido materno primero. Según los datos del ministerio de Justicia, desde la entrada en vigor de la reforma del Registro Civil un total de 435 parejas catalanas han apostado por esta opción. En el conjunto del Estado, entre el 1 de julio de 2017 y el 30 de junio de 2018 han nacido un total de 437.495 niños y niñas, de los que 2.082 llevan el apellido de la madre primero. Después de Catalunya, el País Vasco es la comunidad autónoma con más incripciones de este tipo, con 272, seguida de Andalucía, con 234. Registran menos casos Aragón, con 12, y Cantabria, con 15. Sin embargo, se sigue imponiendo la hegemonía del apellido paterno y el de la madre solo se prioriza en el 0,5% de los casos desde que se hizo efectiva la reforma del Registro Civil. Entre las razones para anteponer el apellido de la madre se encuentran cuestiones diversas que van desde la defensa del feminismo al homenaje a la progenitora. También hay parejas que optan por el apellido materno porque suena mejor con el nombre elegido para el recién nacido que el del padre o porque no es tan común. Otras familias, simplemente, buscan un pequeño gesto para marcar la evolución de la sociedad e inculcar conceptos de igualdad entre su prole.

Un centenar de cambios de nombre o apellidos cada año en Lleida El cambio de nombre o de los apellidos ha pasado a ser un trámite habitual en el Registro Civil, con una media de un centenar de peticiones al año en las comarcas leridanas. Los requisitos para poder ejercer este derecho se han ido flexibilizando con el paso de los años y por las diferentes reformas legislativas. Aunque lo más común es un cambio en el orden de los apellidos, también puede verse con más frecuencia que una persona quiera cambiar su nombre “legal” por el que se le conoce habitualmente o por otro que le gusta más. Para ello, se debe justificar el motivo, normalmente porque se usa un diminutivo ampliamente aceptado (como Pep o Lola) o una traducción. En el caso de ser mayor de edad no es necesario que los padres acrediten que están de acuerdo con este cambio, aunque sí se solicita que haya dos testigos, que pueden no ser de la familia, para que lo avalen.