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RELIGIÓN POLÉMICA

El obispo pide que la Iglesia luche contra los abusos

El obispo de Lleida Salvador Giménez.

El obispo de Lleida Salvador Giménez.SEGRE

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El obispo de Lleida, Salvador Giménez Valls, reclama que la Iglesia luche contra los casos de abusos sexuales. Giménez lo pide en la carta dominical de mañana, que se titula ‘Pedir perdón’ y se suma al llamamiento que hizo el papa hace a finales de agosto con motivo de los escándalos de índole sexual de clérigos con menores como víctimas. El prelado leridano asegura que “Francisco reconocía el pecado y el delito de los miembros de la Iglesia, pedía perdón a las víctimas en nombre de todos los católicos, sentía vergüenza y arrepentimiento por el daño causado, deseaba colaborar y generar una cultura capaz de evitar situaciones similares y nos rogaba conversión personal concretada en la penitencia y la oración”.

De esta forma, asegura que “mi responsabilidad pastoral me impulsa a participar de los mismos sentimientos y acciones del papa pidiendo a todos los diocesanos que acepten sus orientaciones centradas en un tema concreto que a todos molesta y preocupa, con distinto grado de responsabilidad –mucho más los pastores que los fieles, mucho más los delincuentes que los inocentes- e implicados todos por nuestra pertenencia a un mismo pueblo de Dios”. Cabe recordar que Giménez Valls fue, en mayo de 2016, uno de los primeros obispos que publicó un decreto en el que ordenaba a todos sus sacerdotes que aportaran el certificado de penales que acredita que no han sido condenados por delitos sexuales. La medida, además de a los 80 curas de la diócesis, afectó también a un centenar de religiosos y laicos con labores pastorales relacionadas con menores. El obispo añade que “este gran drama complica mucho nuestra propia credibilidad (...), no quería dejar pasar más tiempo sin anunciar mi responsabilidad y unirme a las palabras del papa”.

Es el título de la misiva en la que el prelado se suma a la petición que hizo el papa Francisco

El Vaticano ha convocado para febrero de 2019 una cumbre con los jefes de todas las Conferencias Episcopales del mundo para tratar los últimos escándalos y adoptar medidas para erradicar abusos sexuales en el seno de la Iglesia.

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