Aprender a cualquier edad

Las Aules d’Extensió Universitària de la UdL llevan años demostrando no solo que no hay edad para aprender, sino que cada vez más personas optan por formarse después de jubiladas. Y las cifras de esta iniciativa universitaria para mayores así lo ponen de manifiesto porque sus impulsores esperan acabar este curso que ahora arranca con casi 4.000 alumnos inscritos, superando en 600 a los del año pasado. Además, también se incorporarán dos aulas más, en Bellpuig y La Granadella, que se sumarán a las 18 que operan actualmente en la provincia. Así lo anunció ayer Joan Biscarri, vicerrector de Activitats Culturals i Projecció Universitària de la UdL, durante la inauguración en el Auditori del aula de Lleida, que copa una tercera parte del total de los inscritos en Ponent. “El curso pasado tuvimos en la de la ciudad 1.032 y este serán ya 1.200. Es todo un récord e incluso tenemos lista de espera”, explicó Paco Rué, responsable del Aula d’Extensió Universitària de Lleida. Tanto es el éxito que la junta organizadora ya está buscando opciones, de cara al próximo curso, para poder atender a 1.500 alumnos, ya que actualmente no pueden dar cabida a más peticiones por falta de espacio. “No paramos de crecer porque el boca a boca funciona muy bien. La gente busca cada vez más fórmulas diferentes para pasar la vida y no hay nada más bonito que aprender”, aseguró Rué.

El acto inaugural de ayer en el Auditori, con lleno total, contó con una conferencia del psicopedagogo Daniel Gabarró que versó sobre cómo vivir de forma positiva los momentos difíciles de la vida, asumiendo que todos los problemas son subjetivos. También se subieron al escenario los miembros de la coral Eschola Cantorum, que interpretaron cuatro canciones. Y todo ello antes de empezar el lunes el curso.